Prueba nuestra mezcla única de sales minerales que contiene sodio, potasio y magnesio, además de glicina. Porque en Savvy entendemos la importancia de la hidratación consciente.
¿Sabías que integrar sales y minerales en tu hidratación día a día, no solo puede influir en la regulación del balance de líquidos, sino también en la absorción de agua y la conservación de tu función muscular?
En Savvy, promovemos una hidratación consciente e integral que complemente tu estilo de vida saludable.
Por ello, es necesario saber que la base de una buena hidratación radica en mantener el equilibrio entre agua y minerales en tu cuerpo. Para este objetivo, ingredientes como cloruro de sodio, cloruro de potasio, malato de magnesio y la glicina, se vuelven protagonistas al trabajar en conjunto para lograr cumplir en el organismo las funciones que dependen de una correcta hidratación.
¡Conoce más sobre ellos a continuación!
Este mineral se ubica principalmente fuera de la célula, y desde allí debe controlar el paso de agua y electrolitos dentro de ella para mantener el equilibrio. De esta manera, logra cumplir funciones fundamentales como la contracción de los músculos, mantener un balance en el pH del cuerpo y facilitar la absorción de nutrientes.
Por su parte, el potasio se trata de un mineral encargado de mantener un equilibrio entre electrolitos y fluidos en nuestro organismo. Además de ser necesario para el funcionamiento de los músculos y los nervios, también ayuda a regular la presión arterial y el ritmo cardíaco.
Una de las mejores formas de aportar potasio a tu cuerpo es a través del cloruro de potasio, y además, puedes consumir alimentos ricos en este componente como plátanos, naranjas o espinacas.
Este es un neurotransmisor que a menudo pasa desapercibido, pero que desempeña varias funciones esenciales. Contribuye al cuidado del sistema nervioso, lo que puede promover tu equilibrio mental y emocional.
Otra característica es su capacidad para regular la temperatura corporal, lo que disminuye la cantidad de sudor y, por ende, la pérdida de líquidos, especialmente en climas cálidos o durante ejercicios físicos intensos.
Te compartimos un #SavvyDato: más del 50% de la población occidental tiene déficit de este mineral, el cual cumple más de 400 funciones en el cuerpo.
El magnesio contribuye a que el sodio y el potasio trabajen de forma coordinada para cumplir las funciones que tienen a cargo; además es fundamental para que tu cuerpo pueda utilizar de forma correcta a la glucosa, es decir, para la producción de energía.
#SavvyTip: ¿sabías que una de las mejores formas para lograr este efecto es en su versión de malato de magnesio?
Las sales son compuestos químicos formados por la unión de un metal y un no metal, como el cloruro de sodio o el carbonato de calcio. Estas sustancias aportan iones que son necesarios para el funcionamiento adecuado de las células y ayudan a mantener el equilibrio de líquidos en nuestro cuerpo.
Los minerales, por otro lado, son elementos químicos naturales que el organismo necesita para llevar a cabo una variedad de funciones, como la formación de huesos y dientes (calcio y fósforo), la función de los músculos y nervios (potasio y magnesio), y la producción de glóbulos rojos (hierro).
¡Más de la que te imaginas!
Primero, las sales ayudan a mantener el equilibrio hídrico, siendo el sodio y el potasio reguladores clave que garantizan el funcionamiento celular adecuado y la estabilidad de la presión arterial. Además, contribuyen a la formación y fortaleza de huesos y dientes, con el calcio y el fósforo como protagonistas principales.
Por su parte, los minerales participan con enzimas y en procesos bioquímicos que abarcan desde la digestión hasta la síntesis de proteínas, contribuyendo al funcionamiento integral del organismo.
Cuando el cuerpo pierde sales y minerales, principalmente a través del sudor y la orina o en problemas gastrointestinales, puede experimentar desequilibrios electrolíticos que afectan su funcionamiento, que pueden verse traducidos en síntomas como debilidad muscular, calambres, fatiga o mareos.
Para determinar si te faltan sales y minerales, presta atención a los síntomas mencionados anteriormente.
La sed excesiva y la micción frecuente también pueden ser signos de pérdida de minerales. Si experimentas alguno de estos signos, especialmente después de un ejercicio intenso o una exposición prolongada al calor, es importante reponer los electrolitos perdidos a través de una dieta balanceada y la ingesta de líquidos adecuada.