Sana a toda la familia: ¿cómo cambiar los hábitos de alimentación?
Más comida real, menos procesados y cero ultraprocesados. Así es la ecuación para sanarte y cambiar tus hábitos, a través de lo que pones en tu plato. Lunes, 1:50 p.m. Estás frente a la computadora terminando ese informe importante, sin tiempo para preparar o pedir almuerzo. Te consuelas pensando que tu hijo ya comió en el colegio y tu esposo consigue "algo rápido" cerca de la oficina. Mientras, comes lo primero que encuentras, sin pausas ni siquiera para un vaso de agua. Al final del día, cansados y hambrientos, tu familia y tú se refugian en la cama comiendo ‘lo que sea’. Este escenario parece familiar, ¿verdad? luego te preguntas por qué las comidas rápidas te están pasando factura: malestares estomacales, alergias, fatiga. Pero, ¿te has detenido a pensar que la solución está en tus manos? Lo que pones en tu plato tiene el poder de sanar. Nuestro director científico, el Doctor Carlos Jaramillo, nos recuerda que el camino hacia una mejor salud comienza con un cambio de hábitos alimenticios, respaldado por la ciencia. ¿Estás listo para transformar tu bienestar? ¡Sigue leyendo y descubre cómo lograrlo! Con las nuevas dinámicas de trabajo, muchas veces comer se ha reducido a simplemente "llenarse" con lo que sea más rápido y fácil. Como menciona el Doctor Carlos Jaramillo, "comemos cualquier cosa para evitar sentirnos mal", sin ser conscientes de lo que realmente estamos dando a nuestro cuerpo. Por eso, es fundamental recuperar la importancia de la comida, no solo como un acto para saciar el hambre, sino como una forma de nutrir el cuerpo con alimentos de calidad desde su misma elección. Para ello no sólo los estudios son numerosos; las herramientas para hacer buenas elecciones en la mesa se multiplican y son cada vez más prácticas. Una de las más recientes fue desarrollada por el cardiólogo y profesor de medicina de la Universidad de Tufts, Boston (Estados Unidos) Dariush Mozaffarian. Se trata de Food Compass, un software que clasifica un alimento según su beneficio para la salud, basándose en un completo análisis de su impacto en enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes y obesidad. ¿Cómo llevar un estilo de vida saludable en la familia? Llevar un estilo de vida saludable en familia implica promover hábitos que beneficien tanto el bienestar físico como el mental de cada miembro. Un enfoque clave es adoptar una alimentación familiar saludable que incluya alimentos frescos y mínimamente procesados, ricos en nutrientes esenciales. Los estudios demuestran que las familias que cocinan y comen juntas tienden a consumir más frutas, verduras y alimentos saludables, lo que mejora la salud en general y refuerza los lazos familiares. Además, la actividad física es fundamental. Crear rutinas donde todos participen, como caminatas familiares, deportes o actividades al aire libre, fomenta no solo la salud física, sino también el fortalecimiento emocional entre los miembros. Según la Organización Mundial de la Salud, realizar al menos 150 minutos de actividad moderada a la semana reduce significativamente el riesgo de enfermedades crónicas. Por último, establecer horarios de sueño regulares, limitar el tiempo de pantalla y practicar técnicas de manejo del estrés, como la meditación o la respiración profunda, contribuye a un ambiente saludable. Cuando todos los miembros de la familia están involucrados en este estilo de vida, se crea un entorno positivo que promueve el bienestar y la salud a largo plazo. ¿Cómo influye la familia en los hábitos saludables? Los hábitos alimenticios de la familia juegan un papel crucial en el bienestar general. Los adultos, especialmente los padres, influyen directamente en las elecciones de comida de sus hijos. Si constantemente elegimos opciones rápidas y poco saludables, es probable que nuestros hijos hagan lo mismo. Sin embargo, cuando optamos por alimentos reales, sin procesar y cocinamos en casa, estamos dando el ejemplo y fomentando una relación positiva con la comida. Por ejemplo, si los padres se aseguran de que haya frutas y verduras frescas siempre a la mano, los niños tendrán más posibilidades de elegir estos alimentos en lugar de opciones ultraprocesadas. ¿Cuáles son los buenos hábitos en la familia? Luego de ser conscientes del acto de comer, es clave seguir con la transformación de hábitos alimenticios aprendiendo a discernir sobre el tipo de información que le das a tu organismo; para ello, vale la pena seguir algunos Savvyos consejos basados en la evidencia científica recolectada por nuestro nuestro director científico: Planificar las comidas juntos: Tomarse un tiempo cada semana para planificar las comidas en familia asegura una dieta equilibrada y saludable. Esto permite incluir más alimentos reales como frutas, verduras, carnes y legumbres. Cocinar en casa: Preparar las comidas en casa con ingredientes frescos y naturales es una forma efectiva de evitar los ultraprocesados. Involucrar a los hijos en la cocina no solo los hace sentir parte del proceso, sino que también les enseña hábitos saludables para el futuro. Comer juntos en la mesa: Establecer horarios para comer en familia, sin distracciones como la televisión o los teléfonos, permite disfrutar de las comidas con más conciencia y fomenta mejores elecciones alimenticias. Elegir comida real: Optar por alimentos en su estado más natural, sin etiquetas ni empaques. Las carnes, frutas, vegetales, aceites prensados en frío y legumbres son excelentes opciones. Evita los ultraprocesados, que suelen estar llenos de conservantes y colorantes artificiales. “La que nos da la naturaleza en su forma animal o vegetal”, explica nuestro director científico quien indica que el porcentaje de su consumo debe alcanzar el 85 % de la ingesta total de alimentos. Aquí cabe la comida con mínimo procesamiento, pero nunca verás los ultraprocesados. ¿Cómo la identificas? Tiene cero conservantes, disolventes, colorantes, saborizantes y demás sustancias artificiales. Revisa que lo que comes estuvo vivo y que su proceso de transformación fue sin químicos ni con semillas industriales (en el caso del ganado y los animales). Rescatar recetas familiares: Recuerda las comidas caseras que preparaban los abuelos o padres, con ingredientes frescos y mínimamente procesados. Estas recetas tradicionales son una excelente forma de mantener una alimentación saludable. Eliminar lo que no es comida: Despeja tu despensa de productos ultraprocesados y deja solo aquellos de mínimo procesamiento, como especias naturales o alimentos que necesiten cocción, pero no contengan químicos añadidos. Bonus: Recuerda que el poder está en tus manos y que, para hacer cambios reales en tus hábitos alimenticios, nunca debes dejar de preguntarte ¿para qué comes? ¿Para llenarte?, ¿para sanar? o ¿para darle información a tu cuerpo? Tienes las herramientas. ¡Es tu turno de tomar Savvyas decisiones!
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Levadura nutricional: la proteína más sustentable
Escrito por: Savvy 15 mins de lectura Para empezar, ¿Qué es la levadura nutricional? Proteína suprareciclada, circular o trazable. En Savvy® la apropiamos como la alternativa proteica más accesible, sustentable y segura. Se trata de la levadura saccharomyces cerevisiae, una Savvya, completa y respetuosa fuente de aminoácidos que, al paso del plant based, está ganando popularidad en la con-ciencia mundial. La levadura nutricional es apreciada tanto por su perfil nutricional como por su contribución a la salud digestiva y la función inmunológica, siendo una alternativa popular entre veganos y vegetarianos. Además, es conocida por su alto contenido en proteínas, vitaminas del complejo B y otros nutrientes esenciales. ¿Para qué sirve la levadura nutricional? ¡Como espuma… o como masa! Así ha sido el crecimiento que, en los últimos meses, ha presentado la proteína de la levadura saccharomyces cerevisiae en la movida del bienestar y de la construcción de la salud a través del alimento. Si bien la levadura está ‘emparentada’ con la cerveza y los productos de panadería y repostería, e inclusive, con el vino (todos estos resultan de la fermentación del trigo, la cebada y las uvas mediante este tipo de hongo unicelular), su auge no ha sido, precisamente, por el frenesí de las recetas artesanales, esponjosas y fáciles de preparar en casa, sino por el completo aporte de aminoácidos de su forma inactiva y la sustentabilidad de su proceso de re-producción. Sí, RE- producción (y no solo producción), pues desde aquí nace su estatus como una de las proteínas más sustentables. Mientras la producción de una proteína animal o inclusive, vegetal producida de manera convencional implica grandes cantidades de agua y terrenos erosionados, emisiones de carbono, procesos y adiciones de sustancias poco amigables como los antibióticos (en el caso de las proteínas provistas por las carnes y derivados de aves y ganado de criaderos), además de modificaciones genéticas para garantizar su resistencia a las plagas y a los pesticidas, su velocidad y perennidad de crecimiento y sus mayores tamaños, así sea sacrificando su sabor y contenido nutricional. 🍞 Por el contrario, la proteína de la levadura proviene de la reutilización del producto residual de la fermentación del trigo y la cebada mediante la acción de la cepa saccharomyces cerevisiae. Este proceso permite servir de materia prima en la elaboración de la cerveza y de los productos de panadería y repostería. ¿Dónde se encuentra la levadura nutricional? Se encuentra comúnmente en forma de levadura inactiva que se cultiva y se utiliza principalmente en la industria alimentaria y de suplementos. Este tipo de levadura se produce a partir de la fermentación de la melaza, un subproducto de la producción de azúcar. Durante el proceso de fermentación, la levadura se multiplica y luego se inactiva térmicamente para detener su crecimiento, conservando así sus propiedades nutricionales. Proteína circular: ¿Se trata de una ‘prote’ reutilizada? Sí, y aquí nace la con-ciencia de esta completa fuente vegetal de aminoácidos que le ha tomado ventaja a la soya (hasta ahora, la más completa fuente de proteína vegana), al ubicarse siete puntos por encima de ésta, en cuanto su aporte proteico (cien gramos de proteína de levadura contiene siete veces más proteína que cien gramos de soya), además de estar libre de modificaciones genéticas, como te contaremos más adelante. Por ahora, comencemos por apropiarla como una proteína proveniente de un material vegetal de recuperación, al ser el producto sobrante de la fermentación del trigo y la cebada empleadas en las industrias cervecera y de panadería. Así lo explica la ciencia: “La levadura de recuperación de cerveza la componen las células inviables deshidratadas de la levadura Saccharomyces cerevisiae. Esta levadura históricamente ha sido utilizada en la producción de alcohol con resultados satisfactorios (…) Se conocen cepas diferentes y específicas para cada labor (panificación, destilería, producción de extractos de levadura y uso en animales)”, como lo demuestra el estudio titulado Beneficios del uso de levaduras en rumiantes ¿Mito o realidad?, que puedes leer aquí. Te preguntarás, qué pasaba antes de los 2000 (año en el cual, la comunidad científica enfocó sus esfuerzos en el estudio del uso de los microorganismos, entre ellos, las levaduras, en la producción de proteínas) con el material orgánico sobrante de los procesos de fermentación. Acaso ¿iba a parar a un botadero? ¿Era desperdiciado? La respuesta es no. De nuevo, la ciencia lo confirma: “A lo largo del proceso de fermentación, la levadura se desarrolla prodigiosamente, constituyendo un producto muy valioso, tanto al ser recuperada para su empleo como alimento animal (en crema o seca) como para recircularla al proceso y reiniciar la fermentación”, según investigadores adscritos al Grupo Azucarero de Cuba, Azcuba (en 2010 lo demostraron mediante su Proyecto de recuperación de levadura Saccharomyces para mezcla pienso líquido y secado de levadura). De ahí que siempre ha sido la proteína más sustentable, bien sea apropiando los sobrantes de la fermentación como el nuevo integrante de una alimentación plant-based o como una Savvya alternativa para tus días sin proteína de fuente animal, o vinculándolos a un nuevo proceso fermentativo o suministrándolos como alimento a los animales de pastoreo que, puede que sean consumidos como una de tus fuentes de proteína; ello significará que al final, los aminoácidos de alta carga biológica de la proteína de levadura, el valioso contenido de vitaminas llegarán a manera de información a tu sistema. Y lo mejor: libre de antibióticos. “De lo que el animal come, de eso está hecho y de eso también empezarás a estar hecho tú. Si él comió transgénicos, tú estás comiendo carne transgénica. Si las semillas, las verduras, las frutas y los cereales que integran la dieta del animal contienen transgénico, tú también estás haciéndolo. Si el pasto que consume el animal fue regado con químicos, pesticidas y glifosato, tú te estás intoxicando con ellos”, explica nuestro director científico, el doctor Carlos Jaramillo. Recuerda esto: Si delegas tu aporte de proteína a las carnes de aves, res y cerdo orgánicos y que en vida fueron alimentados con el remanente de la Saccharomyces cerevisiae usada en las industrias cervecera y panadera, serán fuentes animales libres de antibióticos y construidas con aminoácidos sustentables y de gran carga biológica. ✅ La levadura nutricional como fuente de probióticos El uso de las levaduras como probióticos es ampliamente utilizado en la alimentación de los animales de pastoreo, sobre todo en la Unión Europea en donde estos hongos “constituyen una de las alternativas más válidas al uso de aditivos antibióticos tras su prohibición en el año 2006”, como lo aseguró un análisis llevado a cabo en 2015 por un equipo de investigadores agrícolas de las universidades de León y Politécnica de Madrid, cuyos resultados a favor de la cepa fueron publicados en este artículo. Otro punto a favor de la sustentabilidad de la levadura está dada por la seguridad de su consumo; al ser obtenida por biotecnología a partir de la materia recuperada de la producción de cerveza, su proteína no contiene químicos, aditivos ni Organismos Modificados Genéticamente, GMO, como sí sucede con otras fuentes de proteína vegetal, como la soya y algunas nueces o semillas. De hecho, la mitad de las provisiones de la producción biotecnológica de la soya a nivel mundial provienen de cultivos manipulados genéticamente, según la Organización Panamericana de la Salud. Por último, te contamos que la levadura de cerveza es una de las especies considerada como microorganismo GRAS (siglas de General Regarding As Safe –Reconocido como Seguro–, lo que significa que la FDA ha declarado su uso como sano y saludable para los seres humanos), por lo que su uso como aditivo alimentario ha sido aprobado, como lo confirmó este estudio publicado en American Journal of Clinical Nutrition en 2006.
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Savvyos consejos para reducir el estrés a través de la alimentación
Escrito por: Savvy 10 mins de lectura ¿Te sientes agobiado por el estrés y la ansiedad en tu día a día? No estás solo. En nuestra lucha por equilibrar el trabajo y la vida personal, a menudo pasamos por alto cómo nuestra dieta y estilo de vida afectan nuestro bienestar mental. Este artículo te ofrece estrategias y cambios nutricionales para que puedas enfrentar el estrés de manera más efectiva. Descubre cómo simples ajustes pueden transformar tu forma de manejar el caos diario. ¿Qué debo comer para reducir el estrés? Si constantemente te sientes sobrepasado y tus días son una carrera contra el reloj, es crucial que consideres qué nutriente esencial podría estar faltando en tu dieta. El huevo es una fuente excelente de colina, un nutriente clave para la producción de acetilcolina, un neurotransmisor que activa el sistema parasimpático—la parte de tu sistema nervioso que te ayuda a calmarte y relajarte después de un día estresante. Si tu dieta no te proporciona suficiente colina, considera productos como Renew® ️; una mezcla en polvo de colina que además incluye glicinato de magnesio y metilfolato. ¿Cómo ayuda una adecuada nutrición para el manejo del estrés? Una alimentación balanceada puede ser tu mejor aliada para reducir el estrés. Alimentos ricos en nutrientes como la colina no solo soportan tu cerebro y sistema nervioso, sino que también fortalecen tu resistencia contra el estrés diario. Incorporar adaptógenos como la ashwagandha en tu rutina matutina puede optimizar tu adaptabilidad al estrés, evitando así el consumo en horas cercanas al sueño para no perturbar tus niveles de cortisol. Además, es vital eliminar estimulantes como el regaliz y la cafeína, que pueden disparar tus niveles de cortisol y mantenerte en un ciclo constante de alerta y fatiga. ¿Qué puedo hacer para reducir el estrés? Una alimentación balanceada puede ser tu mejor aliada para reducir el estrés. Alimentos ricos en nutrientes como la colina no solo soportan tu cerebro y sistema nervioso, sino que también fortalecen tu resistencia contra el estrés diario. Incorporar adaptógenos como la ashwagandha en tu rutina matutina puede optimizar tu adaptabilidad al estrés, evitando así el consumo en horas cercanas al sueño para no perturbar tus niveles de cortisol. Además, es vital eliminar estimulantes como el regaliz y la cafeína, que pueden disparar tus niveles de cortisol y mantenerte en un ciclo constante de alerta y fatiga. Enfrentar el estrés requiere un enfoque holístico: Meditación y técnicas de respiración: Si te encuentras frecuentemente ansioso y preocupado por tus pendientes, tomarte un tiempo para meditar y practicar respiraciones profundas puede ser transformador. Estas prácticas no solo te ayudan a manejar el estrés, sino que aumentan la producción de neurotransmisores que promueven la calma. Ejercicio moderado y regular: Si el ejercicio intenso forma parte de tu rutina, es posible que estés contribuyendo sin saberlo a tus niveles de estrés. Balancear tus actividades físicas para incluir tanto entrenamiento cardiovascular como de resistencia, sin excederse, puede ayudarte a bajar el cortisol, manteniéndolo en equilibrio, y al mismo tiempo, facilitar una recuperación y reparación adecuada. Regulación de la cafeína: Si el café y el té son indispensables en tu día, intenta limitar su consumo a las primeras horas de la mañana. Esto evitará que la cafeína perturbe tu ciclo de sueño y reducirá el estrés a largo plazo. Recuerda esto: Al integrar estos cambios en tu dieta y estilo de vida, no solo mejorarás tu manejo del estrés, sino que también contribuirás significativamente a tu bienestar general. Adoptar estos hábitos te permitirá enfrentar los desafíos diarios con mayor calma y efectividad.
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¿La keto es la única dieta que funciona?
La dieta keto, o cetogénica, es un enfoque sencillo pero potente para perder peso y mejorar tu salud. Se basa en un menú rico en grasas, moderado en proteínas y muy bajo en carbohidratos. La idea es simple: al reducir los carbohidratos, tu cuerpo entra en un estado llamado cetosis, donde la grasa se convierte en la principal fuente de energía. Esto no solo ayuda a quemar grasa de manera más eficiente, sino que también mantiene tu energía alta y tu apetito bajo control. ¿Qué alimentos incluir en tu día a día con la dieta keto? Cuando estás en keto, tu plato estará lleno de alimentos nutritivos y llenadores. Piensa en grasas buenas como el aceite de oliva, el aguacate y el aceite de coco. Los pescados grasos como el salmón y las sardinas son perfectos para tus comidas. Añade un toque de proteínas con carnes como el pollo y la carne de res, y huevos para empezar bien el día. En cuanto a los carbohidratos, céntrate en los vegetales verdes y frescos como las espinacas y el brócoli. Y recuerda, los dulces y los almidones están fuera del menú, pero con todas las deliciosas opciones que tienes, ¡ni los echarás de menos! ¿Cuál es la mejor dieta para una persona? A la hora de perder peso, todas las dietas tienen tanto éxitos como fracasos. Esto fue demostrado por un análisis en 2018 del director de estudios de nutrición del Centro de Investigación para la Prevención de Stanford y profesor de la Universidad de Stanford, Christopher Gardner, quien examinó dietas entre individuos que consumieron idénticas cantidades de calorías, durante el mismo lapso y con igual nivel de actividad física. Algunos siguieron un régimen rico en carbohidratos y grasas, mientras que otros optaron por uno alto en grasas pero bajo en carbohidratos. Con el tiempo, los análisis demostraron que el porcentaje de grasa entre los dos grupos se comportó de manera muy similar. Entonces, ¿por qué dicen que la única forma y la más eficiente de bajar de peso es la keto? ¿O la paleo? ¿O el ayuno intermitente? ¿Y qué tal ser vegano? Le preguntamos a nuestro director científico, el doctor Carlos Jaramillo, quien asegura que la solución en todas la dietas es el déficit calórico al que muchas conllevan de diferentes formas, ya sea restringiendo algún grupo alimenticio, como las grasas o los carbohidratos. Si bien, al comienzo esta estrategia funciona, al final fallará si la dieta no se aborda desde el equilibrio que solo se logra con variaciones. Director científico, Carlos Jaramillo: “No hay única solución porque el cuerpo sabe adaptarse a lo mismo que le están dando una y otra vez”, explica. “Cuando al principio aplicó una estrategia, eso desacomoda mi cuerpo, me incomoda y siempre al empezar me parecerá difícil. Eso generará unos métodos de compensación dependiendo de lo que esté haciendo (keto, déficit calórico, ayuno, etc.) pues debes seguir funcionando, acomodándote para tener la misma frecuencia cardíaca, los mismos movimientos intestinales, la misma actividad nerviosa y todas las funciones orgánicas que integran la tasa metabólica basal y el gasto calórico y energético en reposo”. Sin embargo, mantener cualquier dieta de forma prolongada hace que el cuerpo optimice su uso de los alimentos, lo que no es recomendable ya que eventualmente conduce a un estancamiento en la pérdida de peso. Por esta razón, la mejor dieta no es específicamente la keto, mediterránea, el ayuno o el carnivorismo, que son populares en las redes sociales. "La mejor dieta es la que tiene variación –concluye nuestro director científico, el doctor Carlos Jaramillo–, en la cual estés sacando a tu cuerpo de la costumbre, donde unos días comas más alto en carbohidratos, otros días más bajo, que tengas alimentación alta en proteína y fibra. Debes esforzarte por mantener una dieta saludable y equilibrada que no solo se enfoque en la pérdida de peso, sino también en la nutrición adecuada y en el consumo de alimentos naturales que te permitan generar adhesión y que puedas cumplir fácilmente. Combina esto con buen ejercicio, sueño adecuado, manejo del estrés y relaciones saludables para obtener los mejores resultados." En 1980, el gobierno estadounidense publicó su primera Guía Nutricional para los americanos, elaborada por el polémico investigador Mark Hegsted –ya no trabajaba en Harvard pero dirigía el área de nutrición del Departamento de Agricultura de EE.UU–. La guía indicó que para prevenir las enfermedades cardiovasculares, se debían reducir las grasas y el colesterol; nuevamente, ignoró el azúcar. Sabemos que la idea de la dieta perfecta ha cambiado mucho desde aquellos consejos de los años 80. ¿La verdad? No hay una fórmula mágica que funcione para todos. Como hemos visto con el estudio de Stanford y los consejos del Dr. Jaramillo, encontrar lo que realmente funciona para ti se trata más de escuchar a tu cuerpo y menos de seguir las modas. Así que, olvídate de lo que "deberías" hacer según las últimas tendencias y empieza a explorar qué te hace sentir bien. Al final del día, la mejor dieta es la que puedes seguir, disfrutar y que realmente nutre tu cuerpo y tu vida.
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¿Cómo aumentar masa muscular? ¿Cuánta proteína debes consumir a ciencia cierta?
Ya es casi automático: te enfocas en cuidar al detalle la cantidad de ‘carbos’ y grasa y no te permites excesos de uno u otro. En cambio, cuando llega el momento de servirte la proteína, no escatimas en porciones porque (nuevamente) ‘no engorda’ o ‘estoy en etapa de volumen’. ¿Cuántas proteínas necesita el cuerpo y qué cantidad se debe consumir al día? En algún momento te has preguntado, ¿cuánta proteína debo consumir? Bueno, los especialistas recomiendan que una persona con buen entrenamiento debe consumir entre 1,5 a dos gramos de proteína por kilogramo de peso al día. No importa si prefieres consumirla en forma animal (un trozo de salmón, pollo, carne, cerdo, etc.), verde (soya, tofu, fríjoles, lentejas o garbanzos) o en polvo; el cálculo es el mismo (y si quieres ampliarlo o hacerlo más específico a tus particularidades individuales, en nuestra calculadora de proteína te damos la fórmula científica (no, la mágica). ¿Los suplementos valen la pena? Dentro del análisis del consumo de proteína, los suplementos como los aminoácidos y la creatina merecen una mención especial. Entre los aminoácidos, los ramificados son los más comunes. Trabajan en el crecimiento muscular por acción de la leucina, que es el aminoácido que más ganancia de masa muscular garantiza; no obstante su consumo debe ser cuidadoso pues su exceso puede aumentar notablemente la insulina y, con ello, el porcentaje de grasa. Recomendamos consumir aquellos que vienen sin valores exóticos y reservados para los días de entrenamiento de levantamiento de peso. La creatina es otro suplemento habitual entre los amantes de la ciencia de la nutrición deportiva. Aumenta temporalmente la masa muscular debido a la retención de agua (por eso, verás que el músculo crece rápidamente pero sin definición; se ve como si estuviera inflado). Sin embargo, más allá de su efecto visual inicial, la creatina mejora significativamente la capacidad de contracción muscular y, con el tiempo, aumenta la fuerza muscular de manera notable. ¿Cómo se consigue el aumento de masa muscular? El aumento de masa muscular se logra principalmente a través de un entrenamiento adecuado y una alimentación balanceada. Hay dos métodos efectivos para estimular el crecimiento muscular: - Por fatiga: cuando haces squats repetidamente, hasta que no puedes más y luego no puedes agacharte a recoger tus llaves que se te cayeron al piso, por el dolor tras la sesión de alta fatiga muscular. - Por fallo inducido por peso: cuando levantas algo muy pesado y repites el movimiento hasta que tu músculo no da más, es decir, se fatigó pero no por el exceso de repeticiones sino por el peso extra añadido. Este último es el recomendado para aumentar tu masa muscular. Para implementarlo correctamente, es vital identificar el peso ideal que no cause lesiones ni sobrecarga. La mejor estrategia es elegir un peso que no te permita hacer más de diez repeticiones de un mismo ejercicio, o si eres mujer entre cuatro y ocho repeticiones. ¿Por qué este tipo de entrenamiento garantiza más desarrollo muscular? La ciencia demuestra que al estresar el músculo de esta manera, se activan todas las fibras musculares, enviando una señal al cerebro para iniciar el proceso de reparación y crecimiento muscular. Con el tiempo, notarás que realizar el mismo ejercicio con el mismo peso se vuelve más fácil, lo que indica la necesidad de aumentar gradualmente la carga para seguir progresando. Forma tus músculos en la cama ¿Eres de los que entrena como espartano y te hidratas con shake de proteína, sales del gimnasio y vas rumbo a casa comiendo 20 claras de huevo y no esperas más de una hora para una nueva mega dosis de doble salmón? La ventana para el consumo de proteínas después del estrés muscular no se limita a una hora, como se creía antes. Según estudios, esta ventana puede extenderse hasta 24 horas después del ejercicio, ya que es el tiempo que tardan las fibras musculares en recuperarse completamente. Dicha reparación no solo se realiza a través de la boca; así como el sick pack se forma en la cocina, los músculos se construyen en la cama y por ello, se insiste en el descanso adecuado, que va más allá de las seis u ocho horas de sueño diarias y le da la bienvenida al consumo de magnesio o a un suplemento de colina como parte del evangelio de actividad física diaria. Al ingerirlo, harás más efectivos y adecuados tus procesos de reparación. “Cuando entrenando mandé la señal de estrés al cerebro para que este enviara la señal de recuperación, cuando yo duermo, ese proceso será eficiente por acción del magnesio o la colina que esté consumiendo”, añade nuestro director científico, el Doctor Carlos Jaramillo. Asimismo, científicos británicos descubrieron los enormes beneficios del consumo de magnesio por las personas físicamente activas. En un estudio realizado durante un año, observaron que los voluntarios que tomaron suplementos de este mineral luego de su sesión de entrenamiento diaria, fueron capaces de formar más músculo, gracias a su acción en la contracción y relajación adecuada de las fibras; ello garantizó unas sesiones más eficientes que se vieron reflejadas en un mayor consumo energético por el fortalecimiento de la actividad de las enzimas que degradan la grasa. Y a manera de bonus… Te dejamos algunas cifras que te guiarán aún más en tu proceso de aumento de masa muscular: Si eres hombre, entrenas de forma programada (ajustando los pesos y las repeticiones), comes muy bien y recuperas de manera adecuada, date por bien servido si aumentas entre 300 gramos y un kilo de masa muscular por mes. Y si eres mujer, igualmente programada en tu entrenamiento, alimentación y descanso, podrás aumentar entre 300 y 500 gramos de masa muscular magra al mes. En ambos casos, este incremento se mantendrá a lo largo del primer año; a partir del segundo año, las ganancias serán menores. Por ello, un Savvyo consejo será seguir los anteriores cuatro pasos de forma disciplinada, constante y con mucha pa-CIENCIA, pues este nuevo ‘sueño de El Dorado’ así como brilla más, tomará más tiempo pero, ¡seguro lo conseguirás!
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¿Qué son las proteínas, cuántas necesitas y por qué tu cuerpo se enferma si no las consumes?
Escrito por: Savvy 10 mins de lectura Te lo explicaremos de esta manera. Si estás leyendo este texto es gracias a las proteínas que conforman tu organismo. Sin ellas no podrías leer, respirar, caminar, hablar; ¡sin ellas no existirías! Es así de simple y de crucial. Por desinformación, se suele pensar que las proteínas son tan solo unos “nutrientes” que se encuentran en un trozo de lomo o en una pechuga de pollo, pero ellas son el principio mismo de tu vida, ¿cómo?, sigue leyendo para comprenderlo mejor. ¿Recuerdas a los macronutrientes? Comencemos por aquí. Una dieta equilibrada debe incluir, en su justa medida, alimentos que le aporten al cuerpo energía, estructura y una buena “información”. Todos ellos los encontraremos en dos grupos alimentarios fundamentales: los micronutrientes (al que pertenecen las vitaminas, los minerales y los fitonutrientes), y los macronutrientes (o “macros”), una familia compuesta por los carbohidratos, las grasas y nuestra protagonista, las proteínas. Unos decisivos macronutrientes. ¿Qué son las proteínas y cuál es su función en el cuerpo? Al revisar su etimología, descubrimos de inmediato su relevancia. El prefijo griego “protos” significa “primero”, o “en primer lugar”. Si nos enfocamos en su composición, podríamos decir que las proteínas están conformadas por largas cadenas de aminoácidos (AA), unas moléculas orgánicas que serían los “ladrillos” básicos de su estructura. Las proteínas, a su vez, les dan vida a las células, y a partir de ellas crecerá todo el universo que compone nuestra anatomía: los tejidos, los órganos, los sistemas, nuestro ser. Todo comienza con las ‘protes’ y todo se termina sin ellas. ¿En qué partes del cuerpo están las proteínas? Hazte una selfie en formato vertical, ojalá sea un plano general de tu cuerpo. ¿Lo hiciste? ¡En esa imagen que ves están ellas! Desde la punta del pelo, hasta las uñas de los pies, pasando por los huesos, los músculos, las hormonas, los componentes de la sangre, los neurotransmisores, los anticuerpos del sistema inmune y las enzimas, en primer lugar, somos proteínas. (Hasta nuestras emociones se producen a partir de estas; pero ese será el tema de otro artículo). ¿Que nos aportan las proteínas? Más de las que te imaginas. Vamos a descartar unas cuantas - Le brindan estructura y soporte a toda nuestra anatomía. - Permiten el crecimiento y la recuperación de los tejidos; y les dan fortaleza. - Una proteína muy conocida, el colágeno (la más abundante en el organismo) les da firmeza y elasticidad a los huesos, a la piel, a los tendones y a los músculos. - La hemoglobina, que tenemos en el torrente sanguíneo, también es una proteína, y ayuda a mantener balanceado el pH (el grado de alcalinidad o de acidez) de la sangre. - Las proteínas intervienen en múltiples reacciones bioquímicas del organismo. En estos procesos actúan unas ‘protes’ muy conocidas: las enzimas. - También son increíbles ‘vehículos’ de transporte al interior de nuestro cuerpo. A través del torrente sanguíneo llevan vitaminas, minerales, oxígeno y lípidos (entre otras moléculas), a los órganos y zonas que los requieren. - Las proteínas nos ayudan a luchar contra las bacterias, los virus, las infecciones, y todos los enemigos que afectan al organismo; ellas son las que componen nuestro sistema inmunológico. - Asimismo, pueden cumplir labores de almacenamiento de nutrientes (eso es lo que hace la ferritina con el hierro) - Otra de sus preciadas labores es facilitar la comunicación entre las células y los tejidos, a estas proteínas las llamamos hormonas. Por lo tanto, la conocida insulina, que se encarga de regular la cantidad de glucosa que corre por nuestra sangre, es una ‘prote’. ¿Qué pasa si no consumimos las proteínas necesarias? Si el organismo no cuenta con el aporte proteico necesario no podrá cumplir a cabalidad con todas sus tareas. Por eso es tan importante incluir en nuestra dieta alimentos que nos brinde proteínas de calidad y en la cantidad necesaria. Hoy, y es una realidad alarmante, la población mundial vive en un constante déficit de este macronutriente, así lo ha informado la OMS. Se estima que el consumo proteico diario, por habitante, es de tan solo 0,5 gramos por cada kilo de peso. Una cantidad insuficiente. Los estándares de las instituciones internacionales de salud indican que, en general, todos deberíamos consumir entre 0,8 gramos y 1,0 gramo de proteína por cada kilo de peso. Es decir, si tú pesas 70 kilogramos, deberías comer diariamente cerca de 70 gramos de proteína. Sin embargo, en esa explicación tan general, se quedan por fuera importantes particularidades. Sigue leyendo. ¿Qué cantidad de proteína deberías consumir tú (casos particulares)? Eso dependerá de tu edad, tu peso ideal, tus hábitos y del ejercicio que practiques, entre otras variables. Al equipo de Savvy le gusta hacer las siguientes distinciones; comencemos por definir qué es el "peso ideal". El peso ideal: tendremos en cuenta la sencilla fórmula que emplea con sus pacientes nuestro director científico, el doctor Carlos Jaramillo; la comparte en su libro Como (2021). Él siempre advierte que no se trata de un cálculo exacto, preciso e irrefutable, pero que servirá como "referencia". Peso ideal de un hombre: Se sabrá al conocer su altura y tomar las dos últimas cifras como referencia. Por lo tanto, si eres hombre y mides 1,80 metros, tu peso ideal (PI) sería, más o menos, 80 kilos. Si midieras 1,90 metros, tu PI sería 90 kilos. Insistimos, es solo una referencia que te servirá para calcular tu aporte proteico. Peso ideal de una mujer: Para las mujeres, la fórmula es similar pero con un ajuste adicional. Toma su altura en centímetros, usa las dos últimas cifras y restales entre cinco y diez unidades. Por ejemplo, si una mujer mide 1,65 metros, su peso ideal estaría entre 55 y 60 kilos. Para una mujer de 1,80 metros, su PI estaría entre 70 y 75 kilos. Este cálculo te ayudará a determinar tu ingesta proteica diaria. Conocer tu peso ideal mediante este simple ejercicio te servirá para calcular la cantidad de proteína que necesitas ¿Cómo? Sigue leyendo: Consumo de proteínas por edades y rutinas 1–Mucho sofá, poco entrenamiento Edad: entre 18 y 50 años Ejercicio físico: poco (tendencia sedentaria) Requerimiento proteico diario: entre 0,8 gramos y un gramo de proteína por cada kilo del peso ideal. Ejemplo masculino: Juan tiene 35 años, casi nunca entrena, y mide 1,70 metros. Su peso ideal (PI), de acuerdo con su estatura, sería de 70 kilos, aproximadamente; por lo tanto, Juan debería consumir cerca de 70 gramos de proteína cada día. Ejemplo femenino: Martha tiene 42 años, rara vez se ejercita, mide 1,54 metros. Su peso ideal (PI), teniendo en cuenta su altura, sería de 49 kilos (le restamos cinco unidades al 54). Así las cosas, Martha debería incluir en su dieta, a diario, 49 gramos de proteína. 👉Nota del equipo Savvy: estos números son un estimado, no te desgastes buscando la exactitud. Si, por ejemplo, debes consumir 49 gramos de proteína, y comiste más de 50, muy bien, no pasa nada. Siempre será mejor que consumas un poco más para quedarte por debajo de tu ingesta proteínica mínima diaria. 2–En el quinto piso Edad: mayores de 50 años. No olvidar que: A partir de esta edad el cuerpo comienza a perder masa muscular, por eso requiere de un consumo proteico mayor. Requerimiento proteico diario: 1,5 gramos de proteína por cada kilo del peso ideal. Ejemplo masculino: Alberto tiene 60 años y mide 1,85 metros. Su peso ideal sería de 85 kilos. Si multiplicamos el PI (85) por la proporción proteica indicada para su edad (1,5), tendríamos como resultado 127,5. Entonces, Alberto debería incluir en su menú, un poco más de 127 gramos de proteína al día. Ejemplo femenino: Sonia tiene 55 años y mide 1,70 metros. Su peso ideal sería de 65 kilos. Hagamos la operación, 65 x 1,5=97, 5. Sonia debería consumir, cada día, un poco más de 97 gramos de proteína. 3–Otros casos A) Deportistas y almas de gimnasio: Quienes se ejercitan duro en las pistas, las piscinas, las carreteras o en senderos naturales; y quienes buscan ganar masa muscular, deben consumir entre 1,5 y 1,7 gramos de proteína por cada kilo de su peso ideal. Ingerir más de estas proporciones es innecesario. Multiplica los valores, como te hemos enseñado, y sabrás cuál es la cantidad proteínica que requieres. B) Niños y adolescentes: Como su cuerpo está en constante transformación y evolución, su demanda proteínica es grande. Hasta los cuatro años, un infante debería consumir 2,0 gramos de proteína de acuerdo a su peso (siguiendo siempre las recomendaciones del pediatra que lo trate). Entre los 5 y los 17 años, su consumo debería ser de 1,5 gramos por kilo (de nuevo, atendiendo los consejos de su especialista). Al llegar a los 18 su ingesta proteica dependerá de lo que hemos explicado líneas atrás. C) Mujeres embarazadas: recomendamos consumir 1,5 gramos de proteína por cada kilo de su peso, desde el inicio de su embarazo. Pero, si eres una mujer gestante, consulta cada decisión que tomes con tu médico y tu nutricionista de cabecera. ¿Cómo saber cuánta proteína tiene un alimento? Ya sabes cómo calcular la cantidad proteínica que requieres a diario teniendo en cuenta tu edad, tu actividad física y tus hábitos. Ahora es importante que comprendas cuántas proteínas guardan los principales alimentos que llevas a tu mesa. Uno de los principales errores es pensar que el peso del producto (una pechuga de pollo, un trozo de lomo, una taza grande de fríjoles o brócolis) es igual a su contenido proteico. No te confundas, el peso del alimento es una cosa; su aporte proteínico es otro. Veamos este ejemplo. Una pechuga de pollo de 100 gramos no contiene 100 gramos de proteína. En ella hay ‘protes’, por supuesto, pero también agua, fibra y grasa. La cantidad proteínica real de esa pechuga, es decir, su proteína efectiva (PE), es de 31 gramos, aproximadamente. *ESTOS VALORES VARÍAN DEPENDIENDO DE LA FUENTE QUE SE CONSULTE. Entonces, cuando te comes una pechuga que pesa 100 gramos, estás consumiendo, realmente, 31 gramos de proteína. ¿Ves la diferencia? ¿Cómo saber cuánta PE contienen los principales productos que llevas a tu mesa? Aquí te dejamos cuatro tablas de referencia que incluye fuentes animales, vegetales y frutos secos. *REFERENCIA TABLA LIBRO “COMO”. ¿Son mejores las proteínas animales o las vegetales? Las dos son muy buenas y, si no llevas una dieta estrictamente vegetariana o vegana, ambas deberían estar en tu plato en cada comida. Lo ideal sería que lograras tu aporte proteico diario con fuentes animales y vegetales en iguales proporciones (50/50). Con los alimentos incluidos en las tablas anteriores puedes componer un menú que te permita este balance. (En próximos artículos te hablaremos de cómo lograr el mejor aporte proteico si practicas el vegetarianismo o el veganismo, y de cómo conseguir una dieta equilibrada mezclando bien los tres macronutrientes). ¿Son recomendables los suplementos proteicos? Sí, pero sus bondades dependerán de las fuentes que incluyan. Revisa siempre la tabla de ingredientes, qué proteínas contienen, qué tantos químicos hay en su composición. Si tienen sustancias inflamatorias (como leche o azúcar), o te prometen un inolvidable sabor a piña de Honolulú con cerezas de Lleida y aire fresco de los Alpes, es mejor dejarlos ahí, en su estante de exhibición. Pero unas buenas proteínas en polvo (con fuentes limpias) serán muy útiles para complementar el aporte diario, especialmente cuando te ejercitas mucho, cuando entrenas fuerte para ganar masa muscular, o cuando has cumplido medio siglo de vida; en todos los casos anteriores deberías consumir, como mínimo, 1,5 gramos de proteína (real, efectiva) por cada kilo de tu peso ideal. Por otro lado, podrás saber con mayor precisión, cuántas ‘protes’ consumes. Todas las marcas te informan cuánta PE hay en cada scoop de sus productos, así la sumatoria se hace más fácil. Y algunas, además, incluyen otros nutrientes y aminoácidos que ayudan a mejorar la salud intestinal, el estado de la piel y del cerebro, entre otras cualidades. Lee y elige bien. No olvides que… Si bien la base de cualquier régimen alimentario deben ser los vegetales –los carbohidratos más benéficos del planeta–, todos y cada uno de tus platos debes pensarlos a partir de las proteínas. Recuérdalo, “protos” significa primero, así que, primero las ‘protes’. Piensa cuáles vas a incluir en tus comidas, calcula (al ojo, sin rigidez ni exagerada exactitud) cuál es el aporte proteico que necesitas y a partir de este, armas tu menú. ¡No te quedes por debajo de tus requerimientos proteicos! Una baja ingesta de este macronutriente abrirá el camino hacia la enfermedad. ¿Qué proteínas evitar? La calidad cuenta. No se trata, solamente, de cumplir con una sumatoria diaria de ‘protes’. Es importante que escojas bien. No será lo mismo elegir una pechuga de pollo orgánico, o que provenga de un distribuidor pequeño y conocido; que unas alitas de pollo congeladas provenientes de un paquete, listas para freír en una piscina de aceite vegetal inflamatorio. No necesitas proteínas provenientes de productos ultraprocesados como salchichas, salchichones, cábanos, carnes enlatadas con nombre de diablo, entre otras. No se vale todo. Busca comida real. ¿La leche es una buena fuente proteínica? La mejor leche para un ser humano es la que le brinda su madre al nacer; la que proviene de su pecho. La que producen las vacas será, sin duda, muy buena para los terneros. Nosotros, a medida que crecemos, perdemos una enzima llamada lactasa que es la que nos permite digerir y asimilar la lactosa que contiene la leche de ese buen rumiante. En general, los lácteos inflaman nuestro organismo, por esa razón no son las fuentes proteicas más benéficas. Puedes disfrutarlos de vez en cuando, en un helado o en una pizza, pero no son los mejores aliados proteicos. Sin embargo, si te gustan los quesos, te sugerimos incluir en tu dieta los que han tenido un tiempo de maduración, los curados de vaca, oveja y cabra, por ejemplo. Al pasar por ese proceso de añejamiento, los quesos pierden agua, se deshidratan, conservan sus grasas buenas y se deja de lado a la caseína, una proteína relacionada con la permeabilidad intestinal. ¿Está bien consumir siempre las mismas proteínas? En la variedad está el placer. Y en la variedad también se halla la salud. No consumas de manera repetitiva y compulsiva las mismas fuentes proteicas todos los días, altérnalas, busca la diversidad. Está muy bien que te gusten los fríjoles y los huevos, pero, si solamente comes fríjoles y huevos, a tu organismo le estarán faltando otros aminoácidos –los componentes primarios de las proteínas– que estos no contienen. Para conseguir un espectro apropiado de AA, combina tus alimentos proteicos, que haya huevo y fríjoles, pero también carne (si eres omnívoro), brócoli, setas, frutos secos, entre otros productos. Calidad: busca proteínas provenientes de alimentos reales (no ultraprocesados) o de complementos nutricionales que contengan ingredientes limpios y libres de azúcar o lácteos. Cantidad: ya tienes el conocimiento para calcular cuánta proteína necesitas diariamente, ¡no le faltes a tu aporte proteico! Variedad: mezcla proteínas en la dieta para que tu cuerpo cuente con un festín de aminoácidos; y así tus comidas serán más ricas. Te invitamos a seguir explorando nuestros artículos y descubrir consejos prácticos sobre la importancia de las proteínas, mejorando tu salud y bienestar. ¡Tu alimentación es la base de una vida plena y saludable
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Hidratación: más que importante, VI-TAL
No solo se trata de calmar tu sed. De hecho, no debes esperar a sentir sed para tomar agua… Y esta tampoco es la única (ni la más completa) alternativa que tienes para garantizarle a tu cuerpo tu hidratación, el proceso vital mediante el cual sí, te refrescas; pero más que ello, repones minerales importantes para desarrollar tus actividades cotidianas, sean físicas o mentales. Ponemos en tus manos las mejores herramientas para que te empapes sobre la importancia de una correcta hidratación y así, tomes una sabia decisión a la hora de apropiar esta ciencia para tu bienestar y tu vida. ¿Sabes por qué es importante el consumo de agua? Si escuchas o lees la palabra ‘hidratación’ lo primero, y quizás lo único, que llega a tu mente es un vaso de agua. Y si eres una persona más específica, te visualizas ‘dándola toda’ en el gimnasio, sudando y bebiendo agua de tu termo. Pero hoy queremos contarte que la hidratación no es exclusiva de los deportistas o de los momentos en los que estás muscularmente activa y sedienta. Será el más Savvyo compromiso que deberás asumir contigo misma, es decir, con tu salud y tu nutrición. Tal es su importancia que, si bien, históricamente ha sido descrita como parte de la nutrición al compartir con esta ciertas dinámicas (desde las fuentes en donde encontramos las sustancias hidratantes, hasta algunas maneras de ingreso a nuestro sistema). Hoy la hidratación es considerada una ciencia en sí misma, dada la investigación detallada que ha suscitado en tiempos recientes y a su impacto en el organismo. Te has preguntado, ¿Cuál es la importancia de la hidratación? Es importante mencionar que la hidratación es fundamental para el funcionamiento óptimo del cuerpo. En el libro "Nutrición y Dietética Clínica" de William J. Darby y Anna Wu, mantener un balance adecuado de líquidos es esencial para regular la temperatura corporal, lubricar las articulaciones, proteger los órganos y tejidos, facilitar el transporte de nutrientes y oxígeno a las células, así como para eliminar los desechos y toxinas del cuerpo a través de la orina y el sudor. La falta de hidratación puede llevar a una disminución del rendimiento físico y cognitivo, y en casos extremos, a problemas de salud graves como la deshidratación severa, que puede afectar la función renal y cardiovascular. Por lo tanto, es crucial mantener una ingesta adecuada de líquidos a lo largo del día para asegurar el bienestar general y el funcionamiento eficiente del organismo. Uno de los pioneros en definir y propiciar dicha evolución del concepto fue el investigador y catedrático español José Mataix Verdú —creador de la llamada ‘Nutrición Moderna’ o ‘Nueva Nutrición’. Desde 1970, se ha dedicado a abordar de una manera científica, fisiológica y contemporánea, la alimentación y, en consecuencia, la hidratación—. En su libro Fisiología de la hidratación y nutrición hídrica, lanzó la primera gota de un concepto que, con la evolución del estudio de la salud, el bienestar y el alimento, es entendida hoy como un signo vital. “El aporte de agua, como nutriente esencial, proveniente de alimentos y bebidas”, fue la primera gran definición de la palabra ‘hidratación’ del profesor Mataix; abriendo la puerta a la investigación en este campo.Precisamente, el mayor interés en esta nueva ciencia ha ido más allá del rendimiento muscular y deportivo. ¿Qué importancia tiene la hidratación en la vida deportiva? ¿Sabías que la falta de hidratación adecuada influye negativamente en tu rendimiento aeróbico y, especialmente, intelectual? Esto puede afectar tu función cerebral tanto en la oficina como en la universidad debido al mal funcionamiento de ciertos neurotransmisores. Esta conclusión fue destacada por expertos reunidos en el Primer Congreso Internacional de Hidratación, realizado en Madrid, España, en 2013, cuyas memorias fueron recopiladas por el licenciado y doctor en Medicina y Cirugía, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública Lluis Serra-Majem para la Revista Nutrición Comunitaria. Este evento resaltó la importancia de la hidratación, entendida como el balance adecuado de agua y electrolitos, como el magnesio, potasio y sodio, los cuales deben estar equilibrados para el correcto funcionamiento celular, esencial desde procesos básicos como respirar, pensar y caminar.Todo esto, gracias a ciertas funciones que, seguramente, desconoces: 1. Construcción El balance entre agua y electrolitos es clave en la construcción de muchos tejidos, destacando la importancia de mantener una hidratación adecuada durante períodos de desarrollo como la infancia. Esto explica por qué los niños tienen mayor volumen de agua y sales minerales (electrolitos) en comparación con los adultos, en proporción a su composición corporal total. 2. Transporte El mantenimiento de la homeostasis celular, esencial para regular las condiciones internas mediante el intercambio regulado de energía y materia con el exterior, se ve favorecido por una hidratación adecuada. Esto facilita el transporte de nutrientes hacia cada célula para que desempeñe sus funciones correctamente, así como la eliminación eficiente de desechos y toxinas del organismo. Adicionalmente, esta función de transporte asegura la interacción de las células mediante su intercambio de moléculas y contribuye a mantener el volumen de sangre que circula a través de los vasos sanguíneos —lo cual es fundamental para un correcto funcionamiento de los sistemas cardiovascular, respiratorio, nervioso y renal. 3. Termorregulación Tal vez te suena familiar el consumo de agua y sales como magnesio, potasio y sodio en lugares en los que la temperatura te hace sudar más de la cuenta. Ello se debe al poder de la hidratación a la hora de vaporizar el calor, en aras de que tu organismo logre adaptarse a las variaciones climáticas extremas sin sufrir daños. De hecho, la sudoración no solo refresca tu sensación térmica; sino que también, mantiene una temperatura adecuada dentro del cuerpo, protegiendo tus órganos. Sin embargo, mediante este mecanismo puedes llegar a perder aproximadamente 450 ml de agua y electrolitos en un día, a una temperatura media (y en un clima cálido, la pérdida se duplica, llegando a eliminar casi un litro de agua). 4. Lubricación El agua junto con sales y otras moléculas viscosas forman fluidos (saliva, líquido gástrico, mucosa intestinal, secreciones del tracto digestivo y moco) que lubrican las articulaciones y algunas vías, como la respiratoria y la urinaria. Además, amortiguan los contactos fuertes que se presentan entre tus células, previniendo alteraciones en su estructura, cuando realizas movimientos bruscos o de impacto, por ejemplo, al saltar o al correr. Esta función también es vital para la protección del cerebro y la médula espinal, así como también para el feto en desarrollo al interior del líquido amniótico; básicamente una ‘bolsa’ llena de líquido. 5. Recuperación y recarga Una correcta hidratación, que incluye electrolitos como potasio, sodio y especialmente magnesio —fundamental para la reposición de fibras musculares y neurotransmisores que favorecen la relajación mental—, te permitirá incrementar el rendimiento físico e intelectual. “Puedo tomar toda la proteína del mundo, levantar todas pesas del mundo pero si no integro la reparación mediante el descanso, el sueño y la hidratación, no construiré nada de masa muscular ni seré producto laboralmente”, explica nuestro director científico, el doctor Carlos Jaramillo. Desde su enfoque de la medicina funcional, que busca crear con-ciencia sobre la apropiación de la salud mediante la alimentación y el abordaje de las disfunciones corporales desde la raíz, el autor de El milagro metabólico y El milagro antiestrés sugiere incluir en la hidratación, las opciones de bebidas a base de agua y con ciertos aportes de magnesio, preferiblemente en forma de glicinato y citrato, al ser las que mejor funcionan juntas, de manera sinérgica, para mejorar el rendimiento físico y mental y mantenerlo. Ya lo sabes, si esta mañana te levantaste con más cansancio que al ir a dormir anoche, en una incompleta hidratación puede estar la causa. 6. Incrementa la producción de leche materna Tradicionalmente se les han atribuido, a ciertas infusiones de tés y hierbas, cualidades a la hora de incrementar la producción de leche en las mujeres gestantes y en periodo de lactancia. Puede que funcionen, pero su ‘superpoder’ está dado, más por la hidratación que realizas mediante la ingesta del líquido, que por alguna sustancia ‘mágicamente’ recomendada porque a alguien más le funcionó. “La deficiencia o insuficiencia podría provocar riesgos en la salud de madre y/o hijo como riesgo de preeclampsia, parto prematuro y /o bajo peso al nacer. También se habla de otros efectos beneficiosos del magnesio que podrían aliviar síntomas molestos en el embarazo como insomnio, calambres y estreñimiento”, afirman las autoras del más reciente estudio realizado por un equipo de especialistas quienes analizaron la necesidad de la suplementación de magnesio por las futuras madres (y cuyos hallazgos puedes conocer aquí: https://revistamedica.com/suplementacion-magnesio-embarazo/). 7. Evita el estreñimientoPuede que ya te suene a cliché cada vez que lees o escuchas que el consumo de vegetales y agua facilitan la deposición. Pero sabes realmente, ¿por qué? Y ¿qué tiene que ver, en la lucha contra el estreñimiento, la combinación de potasio y magnesio que adquieres mediante una verdadera hidratación? Partamos por retomar lo que, quizás, ya sabes: la fibra y sobre todo, EL AGUA contenidas en los vegetales incrementan y suavizan el volumen de las heces; por su parte, la función lubricante de la hidratación (que te explicamos más arriba) facilita el movimiento y desplazamiento de las mismas a través del tracto intestinal. “El citrato de magnesio promueve el movimiento intestinal, sin ser laxante; simplemente, ayuda a que el intestino se mueva de forma más regular pues aumenta el peristaltismo, es decir, el movimiento diario que este debe realizar para eliminar la materia fecal”, explica nuestro director científico, el doctor Carlos Jaramillo, quien añade que al ir junto al citrato de potasio, el magnesio potenciará sus facultades antiestreñimiento. En conclusión, la importancia de la hidratación no puede subestimarse ya que es crucial para regular la temperatura corporal así como facilitar funciones celulares vitales. ¡En Savvy te invitamos a tomar acción!
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Aspectos claves que no sabías de la hidratación
Hidratación: una parte íntima de tu vida Ya te contamos la importancia de hidratación con-ciencia; esto es, como la aliada de tu alimentación —siendo un objeto de estudio tan trascendente como esta— y, por ende, de tu salud. Ahora, te presentamos los cinco puntos a tener en cuenta para comprender que no se trata, únicamente de consumir ocho, cinco o diez vasos de agua para ‘estar saludable’. Tu hidratación es clave para calmar tu sed, pero de vida y de información basada en la ciencia y la bioquímica en pro del óptimo funcionamiento de tu organismo. Así como tu alimentación es tan íntima, con tu hidratación, la historia no debe ser diferente. Si dejas de verla como la simple ingesta de agua y, en cambio, la apropias con-ciencia, como una herramienta para suministrarle información a tu organismo, sabrás sacarle ‘hasta la última gota’ en pro de tus propios requerimientos a niveles físico, mental y emocional. Tal es su importancia que, si bien, históricamente ha sido descrita como parte de la nutrición al compartir ciertas dinámicas (desde las fuentes en donde encontramos las sustancias hidratantes, hasta algunas maneras de ingreso a nuestro sistema), hoy la hidratación es considerada una ciencia en sí misma, dada la investigación detallada que ha suscitado en tiempos recientes, su impacto en el organismo. Equilibremos todos los líquidos de nuestro cuerpo “Una hidratación saludable se presenta cuando encuentro el perfecto equilibrio entre mi líquido intracelular, mi líquido intersticial y mi líquido extracelular, los cuales, a su vez, deben encontrarse estables. Esta estabilidad se entiende como el balance en la relación de la cantidad y distribución de los electrolitos en cada uno de dichos espacios (intra y extracelular e intersticial)”, explica nuestro director científico, el doctor Carlos Jaramillo. ¿Intersticial?, ¿electrolitos?, ¿tres líquidos diferentes cuando, muy seguramente, pensabas que tu hidratación solo dependía del agua? No te asustes, precisamente, a continuación te presentamos las mejores herramientas para que entiendas la ciencia detrás del proceso, aparentemente, más ‘simple’ pero más Savvyo hacia la construcción de tu propio bienestar. ¿Estamos hechos de agua? ¿Cuál es la mejor manera de hidratarse? Si bien el agua es el principal constituyente de nuestro organismo —en un adulto promedio, el agua puede corresponder a un 50 o 70 por ciento de su composición (peso total)— es clave que comprendas que ‘no solo de agua vive el hombre’; así que, del simple consumo de esta no depende exclusivamente tu hidratación. Partamos por reconocer a la hidratación como un proceso más allá de tu garganta y la sensación térmica de tu piel; se trata de un equilibrio —como nos explicó más arriba el doctor Carlos Jaramillo, autor de El milagro metabólico y El milagro antiestrés— entre unas moléculas que integran una serie de líquidos los cuales se distribuyen e interactúan a nivel celular. De ahí que dicho 50 a 70 por ciento de agua que nos compone debe estar distribuido en compartimentos internos y alrededor de las células, para mantener un balance en todas las funciones de nuestro cuerpo, desde respirar hasta pensar o cumplir tu entrenamiento del día. Dichos compartimientos son: 1. Espacio extracelular: El (externo a la célula) que mantiene 1/3 del total de agua; este a su vez se divide en un espacio intersticial y en otro, intravascular:son: - Espacio intersticial: Es el que rodea a las células y ocupa el 15 por ciento del compartimento extracelular. - Espacio Intravascular: Es el espacio de la sangre y el cual ocupa el cinco por ciento de dicho compartimiento externo a la célula. 2. Espacio Intracelular: Alberga 2/3 del total de agua del cuerpo y está al interior de las células. Ocupa el ochenta por ciento del espacio extracelular. Por ejemplo, en un adulto promedio, de setenta kilogramos, encontraremos 42 litros de agua total; de estos, 28 litros estarán dentro de las células y 14 restantes, fuera de ellas (espacio extracelular). A su vez, de estos últimos, habrá tres litros en el espacio intravascular (un litro estará circulando a través del fluido transcelular compuesto por el líquido cefalorraquídeo, el líquido ocular, peritoneal, sinovial y pleural) y diez litros se alojarán en el espacio intersticial —que también incluye a la linfa—. Estos dos espacios, el intravascular y el intersticial, se comunican mediante los vasos linfáticos que posibilitan el flujo de los líquidos y, por ende, el intercambio necesario para lograr el balance de las concentraciones de cada uno y de sus componentes, conocidos como electrolitos (dedicaremos nuestro próximo post a ellos). Si este balance se pierde, puede traer consecuencias fatales. ¿Qué hacer para tener una buena hidratación? El líquido necesario para el balance y flujo de líquidos entre dichos espacios no se adquiere únicamente a través del agua. Existen tres métodos mediante los cuales adquieres —muchas veces, sin darte cuenta— el agua que circula y permite el funcionamiento de tu organismo: a. Bebidas: Aportan entre el setenta y el ochenta por ciento del líquido corporal. b. Alimentos: Aporta alrededor del veinte o treinta por ciento. c. Producción interna: Resulta de la oxidación de macronutrientes (cuando se emplean las grasas, proteínas e hidratos de carbono como fuentes de energía requerida por el organismo, se produce CO2 que es expulsado por los pulmones y agua, que es reabsorbida). Ahora, es clave que identifiques las vías mediante las cuales pierdes agua, también sin darte cuenta. Ello te ayudará a comprender la importancia del consumo de líquido constante, a diario, así no hagas ejercicio. Solo así podrás tomar una Savvya decisión que te llevará a responsabilizarte de tu salud, mediante tu alimento. Existen cuatro rutas por donde perdemos líquidos: 1. Orina: En un periodo de 24 horas, un adulto sedentario produce entre uno y dos litros de esta. 2. Pérdidas insensibles: Están integradas por el agua que se evapora a través de la piel mediante los procesos naturales de transpiración y sudoración; representan cerca de 450 mililitros de líquido al día, estando en un lugar a temperatura media. 3. Tracto respiratorio: Por la evaporación propia de la respiración, diariamente perdemos entre 250 y 350 mililitros de agua. 4. Heces: Mediante esta vía, a diario, un adulto promedio pierde alrededor de 200 mililitros de agua. Un adulto sedentario elimina entre dos y tres litros de agua al día, contabilizando las cuatro vías de pérdida de líquidos. “Esto sin tener en cuenta que estas pérdidas pueden aumentar si la temperatura del ambiente aumenta, si cambia la humedad del aire, si hay fiebre o se hace ejercicio, entre muchos otros factores”, explica nuestro director científico, el doctor Carlos Jaramillo. ¿Cuánta agua debemos tomar a ciencia cierta? ¿Es verdad que una correcta hidratación está garantizada por el consumo de ocho vasos de agua al día? ¿O son dos litros, como medida estándar? O ¿la hidratación es solo un asunto de los que hacen ejercicio? Una vez tienes clara la distribución del líquido en tu organismo, para responder estas preguntas que, seguramente, te has hecho alguna vez, debemos retomar la definición que desde la ciencia, la bioquímica y su enfoque funcional, nos indica el autor de El milagro metabólico, el doctor Carlos Jaramillo: “La correcta hidratación es el perfecto balance o equilibrio entre mis tres compartimentos: cuando mi líquido intracelular está estable , cuando mi líquido intersticial está estable y cuando mi líquido extracelular está estable”. De la búsqueda de dicho equilibrio surge la eterna pregunta: ¿Debería una persona promedio consumir a diario 2500 mililitros de líquido? La respuesta es sí, porque eliminamos naturalmente, a diario, desde la orina, la deposición, la respiración y la sudoración, entre dos y dos litros y medios. De ahí, la búsqueda de dicho balance entre lo que eliminas y lo que consumes, por eso una Savvya decisión es consumir alrededor de 2.500 mililitros de líquido al día, sin importar si eres una persona sedentaria. “Si estoy en mi casa —sugiere el doctor Carlos Jaramillo— hidratarme con agua, únicamente, funciona pues el nivel de gasto de energía, de sudoración y de los demás mecanismos de pérdida del agua (y por ende de los electrolitos, o los minerales que se deben balancear mediante la correcta hidratación), no se activan. Mientras orino pierdo algo de electrolitos, es verdad, pero es una pérdida normal, equilibrada que no será necesaria de reponer mediante una mayor cantidad de líquidos”. Recuerda que la reposición de líquidos dependerá de tu nivel de actividad física e intelectual, y de tu edad, como lo ha indicado el Food and Nutrition Board: El estrés hace que movilicemos los electrolitos de una manera diferente; inclusive, una resaca, la inflamación crónica, el deporte y el embarazo, también. Por ello, según sea el nivel de gasto de electrolitos en estas actividades, dependerá el tipo de hidratación requerida (¿agua será suficiente?). “Si haces un entrenamiento de pesas normal, con agua es más que suficiente. Si sudas mucho, es buena idea acudir a hidratantes con magnesio y potasio”, sugiere el médico funcional Carlos Jaramillo ¿Qué hay de la hidratación mediante las bebidas deportivas? De entrada, por su composición misma es un NO (inclusive, si practicas ejercicio físico intenso). En Colombia, una bebida deportiva es definida como la que debe tener azúcar, maltodextrina, fructosa o cualquier fuente de azúcar para facilitar el movimiento de sus componentes desde el momento de su ingreso al cuerpo, hasta que llegan al espacio intravascular. “Si le introduzco, a mi espacio intravascular una megacarga de azúcar y electrolitos, ese contenido puede que no pase del espacio intravascular hacia el intersticial ni al intracelular, como debe darse el flujo de minerales y agua en aras del equilibrio celular. Seguro, has consumido estas bebidas pensando que utilizarás ese azúcar como fuente de energía, de recarga y de recuperación... pero ¿si no la mueves?”, explica nuestro director científico, el médico funcional Carlos Jaramillo. ¡El balance de minerales: clave para una correcta hidratación! Recuerda que una hidratación adecuada requiere el equilibrio entre los minerales (o electrolitos) a niveles intra y extracelulares; dicho balance no solo depende de los porcentajes en los que se encuentran, sino también del intercambio y la interacción entre ellos, que se da mediante su respectiva movilización. Así, si tienes muy bajo el nivel de sodio en el intersticio pero muy elevado en el espacio intravascular (es decir, si el sodio está atrapado dentro de la sangre pero por el contrario, hay muy poco a nivel intracelular) lo que tu organismo hará será movilizar dicho exceso. Si sucede lo contrario (tienes bastante sodio en el intersticio, pero muy poco en la sangre), tu cuerpo movilizará el sodio para evitar que haya una deficiencia. “En condiciones normales, el cuerpo sabe qué hacer con los excesos de sodio, potasio y magnesio, pero no, en casos de deficiencia; por ello aparecen las insuficiencias que son conocidas como enfermedades. La insuficiencia con el equilibrio del agua, hará que tus células enfermen y tengas envejecimiento celular”, puntualiza el doctor Carlos Jaramillo. Seis herramientas para elegir Savvyamente una bebida hidratante: 1. Busca en las etiquetas componentes como la glicina, o complementa tu bebida con una cápsula de glicina para disminuir la temperatura corporal. Así, cuando inicies tu actividad física no elevarás tu temperatura corporal y por ende, no perderás tanto líquido, ni tan rápido, mediante el sudor. 2. El sodio es el principal mineral presente en el espacio extracelular. El potasio y el magnesio, son principales en el espacio intracelular. Busca una bebida con una proporción perfecta de cada uno de ellos en sus fórmulas; nuestro recomendado es el refrescante y delicioso Recharge®, una mezcla en polvo en la cual encontrarás estos 3 ingredientes, ayudándote a regular el balance de los líquidos del cuerpo. 3. Pre hidratación con una mezcla de sales y minerales; si te ejercitas a diario 30 minutos antes de entrenar, puedes tomar una mezcla de cloruro de sodio, malato de magnesio, cloruro de potasio y glicina. Esto ayuda a evitar la pérdida habitual de líquido, que oscila entre el ocho y el diez por ciento, y repone los electrolitos perdidos mediante el sudor. 4. Transportadores de electrolitos: El sodio, potasio, calcio, cloro, bicarbonato y magnesio son los electrolitos que se mueven libremente en el espacio intravascular. Es decir, fuera de la célula, lo que se conoce como el espacio intersticial. Para insertarlo al interior de la célula (al espacio intracelular), es necesario acudir a un transportador como la proteína. Para esto, puedes complementar tu alimentación con nuestras proteínas en polvo disponibles en diferentes sabores. 5. Una correcta hidratación evitará los calambres y las contracturas y, a la vez, te permitirá pensar con fluidez y claridad. ¿Qué tal si le das una mano a tu ingesta habitual de líquido con un boost de suplementación de magnesio? 6. “Algo que les aconsejo a mis pacientes, y que me ha funcionado, ha sido tomar agua con sal o soda michelada lo días que amanezco muy cansado; esta mezcla sube la energía, precisamente, por la adición de un electrolito como es el sodio, lo que garantizará tu buena hidratación”, finaliza nuestro director científico, el doctor Carlos Jaramillo. Comprender la ciencia detrás de la hidratación y tomar decisiones informadas sobre las bebidas que consumes es esencial para tu salud integral. No solo mejoras tu rendimiento físico y mental, sino que también promueves un bienestar duradero y una vida saludable. ¡Hidratarte con Savvya conciencia es una inversión para tu salud futura!
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¿Cómo cuidar mi alimentación en vacaciones?
Categoría del artículo: Alimentación y nutrición 30 mins de lectura ¿Cuándo ‘apretar’ el consumo de X grupo de alimentos? o ¿cómo compensar la falta de ejercicio más ‘todo’ lo que comerás en vacaciones? Seguramente son las dudas que, estos días pre vacacionales, llegan a tu cabeza. Hoy no venimos a darte la guía definitiva para que en diez pasos bajes los kilos que subas en las festividades del final y el inicio del nuevo año: venimos con las mejores herramientas basadas en la medicina con-ciencia para que seas tú quien las apropie en función de tu salud, tu bienestar y tus Savvyas decisiones. Impacto de la pandemia en hábitos y rutinas Desde el inicio de 2020, expertos en neurociencia cognitiva, medicina psicológica e innovación y tecnología de la salud, en China y Singapur, señalaron los dos factores que más afectarían el bienestar físico y psicológico del planeta entero durante el confinamiento: el estrés psicosocial y la pérdida de hábitos y rutinas. El primer estudio que analizó el impacto psicológico de la cuarentena por COVID-19 en China (y que puedes consultar aquí: https://www.mdpi.com/1660-4601/17/5/1729) destacó que la interrupción de hábitos y la adopción de otros considerados poco saludables fueron los principales desencadenantes de síntomas de estrés como ansiedad, miedo, irritabilidad, tristeza y comportamientos obsesivos, entre otros. Esto se observó en una muestra encuestada de manera virtual, que también reportó patrones de sueño irregulares, mayor exposición a las pantallas, sedentarismo y malos hábitos alimenticios como factores significativos. Esto confirma que el miedo que seguramente estás experimentando ahora por los próximos días de pausa, no se debe únicamente a haber pasado más de un año en casa. Es un temor arraigado desde hace años y afecta a las personas de diversas formas, –en ocasiones, respondiendo a ciertos patrones inflexibles como por ejemplo, el miedo irracional que siente un workaholic ante la improductividad de su periodo vacacional y que ahora se conoce como ociofobia–. Ansiedad pre-vacacional Este temor a romper la ‘sana rutina’ se ha expandido, y hoy, ad portas del periodo de descanso de fin de año, la ansiedad pre vacacional –por los supuestos kilos de más y la supuesta pérdida de todo lo ganado en el gym, al ‘romper la dieta y no entrenar’– se está tornando en la nueva pandemia. Si googleas: ‘tips para no subir de peso en vacaciones’, recibirás más de un millón de resultados en menos de un segundo. Por eso, hoy venimos a compartirte nuestros consejos para que tomes Savvyas decisiones sobre tu alimentación antes, durante y después de vacaciones. ¿Cómo puedo comenzar a preparar mi alimentación antes de las vacaciones? Vienen las vacaciones de fin de año. —¿Qué voy a hacer? Me voy de viaje, me voy a engordar —piensas. —Eso quiere decir que desde ya, no puedo comer nada porque allá no podré hacer ejercicio —martilla tu mente sobre el mismo ‘problema’ que se avecina: el rompimiento de tu ‘sana rutina’. “ ‘Es que las vacaciones me engordan’; o ‘me subo de peso’, o ‘aumento grasa’. Y ‘las vacaciones’, ‘las vacaciones’… Es importante que, desde ahora, apropies que el problema (si se puede llamar así a vivir y disfrutar una ocasión para compartir y descansar) no son las vacaciones —explica nuestro director científico, el doctor Carlos Jaramillo—, porque te tengo noticias… El próximo año también habrá spring break, vacaciones de Semana Santa, de diciembre… y el siguiente, también”. De ahí la importancia de empezar por apropiarte de tu alimentación, conocerla y hacerte responsable de ella. No hay un momento específico del año para esto; podrás desarrollar hábitos saludables genuinos, en lugar de buscar soluciones rápidas para enfrentar situaciones ocasionales. “O aprendo a relacionarme con mis vacaciones, con la vida, o si no esta se tornará invivible. Debes vivir esto en cualquier momento del año y entonces piensas: ‘¿yo, empezar a comer bien ahora, si ahora viene diciembre?… No, mejor empiezo en enero’. Y se alargan las vacaciones hasta el 20 y entonces vas a comenzar pero… Justo Semana Santa, este año, llegará en marzo y ‘mejor después de Semana Santa’ que, se te fue larga y coincidió con vacaciones de mitad de año y así se pasa el año. Entonces, comenzarás el próximo; pero el próximo será el aniversario de tus suegros… ‘Imposible, porque es una familia bien fiestera’. Y así se va un año tras otro y otro y se vuelve un círculo vicioso”, añade el autor de los libros El milagro metabólico y El milagro antiestrés, el doctor Carlos Jaramillo. Lo primero será, entonces, conocer TUS requerimientos nutricionales para que descifres en dónde está la base de tu ansiedad pre vacacional: ¿está en un descontrol por ‘lo dulce’, por la sal, por la grasa, por los carbohidratos… o por todos? Y ahora, ¿has pensado que la respuesta puede dártela el hacerte dueño de tu alimentación, sin importar si están cerca o lejos las vacaciones? Si sabes de qué se trata tu alimentación, es decir, si te has dado a la tarea de conocer, a ciencia cierta tu alimentación y hacerte el único dueño de ella (tener clara cuánta grasa, cuánta proteína y cuántos carbohidratos necesitas y de qué tipo), podrás dar el segundo paso: aprender a ser flexible, algo que tampoco es una tendencia de temporada y que solo aprenderás en la marcha. La ciencia ha demostrado que mientras planificamos un viaje, las expectativas de placer que supone cada destino liberan dopamina, la hormona de la felicidad, la cual también producimos al hacer ejercicio y al consumir ciertas sustancias tan poco saludables o adictivas, como el alcohol, el cigarrillo y el azúcar. Así lo dejó consignado en su estudio Recovery from work stress: Integrating perspectives of work and environmental psychology (Recuperación del estrés del trabajo: Integración de las perspectivas de la psicología ambiental y laboral), la investigadora de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Tampere, Finlandia, Jessica de Bloom quien se ha dedicado a analizar el impacto de la desaparición de los límites entre la vida laboral y no laboral sobre el bienestar y el desempeño de las personas. Así que, ya lo sabes: prepara tu alimentación para disfrutar los placeres propios de las vacaciones, sin estrés, sin ansiedad y sin restricciones. En lugar de pasar los días previos a ese viaje o a esos días de pausa y ruptura de la rutina contabilizando el número de calorías que debes empezar a reducir desde ahora, para ‘poder darte gusto’, concéntrate en los preparativos que te producirán la misma dopamina que te proporcionaría ese ultra procesado que, seguramente, terminarías comiendo ante la ansiedad de estar pensando ‘cuánta quietud y cuántos excesos’, supuestamente, te esperan. ¿Cómo tener unas vacaciones saludables? ¡Descansa y come flexible! “Como te dijimos en el ‘Antes de las vacaciones’, en esta segunda etapa (Durante los días de descanso) será importante tener con-ciencia flexible. “Les enseño a mis pacientes a salirse del guión: yo sé de qué se trata mi alimentación, la cantidad de grasa, proteína y carbohidratos necesarios y qué tipos son los más adecuados. De tal manera que eso ocupa o representa el 80 o 90 por ciento de mi alimentación. Si me salgo un poco y vuelvo y entro, al final del mes no pasa, absolutamente nada”, asegura nuestro director científico, el doctor Carlos Jaramillo. ¿Qué comer cuando estoy de vacaciones? Aunque suene a una complicada fórmula matemática, la ecuación es sencilla: si el mes tiene treinta días y tú el sábado sales a tomarte una cerveza o compartes unos vinos con tus amigos, un helado o un postre con tu familia, ello no representará un cambio en tu esquema nutricional, ni en tu apariencia, tu peso ni tu talla. “Si lo haces todos los sábados, son solo cuatro días, de treinta que tiene el mes completo. Es un porcentaje muy bajo contra el resto de los días que realmente te cuidas”, añade el especialista en medicina funcional, el doctor Carlos Jaramillo. La ‘fórmula’, aplica para los viajes de una manera, igualmente, sencilla. Piénsalo de esta manera: si eres de los que nunca incluye vegetales en el plato de comida, sabes que comer ensalada un día de uno o dos (o, inclusive, más) meses no hará diferencia; pasa lo mismo si un día, inclusive de una semana, no consumes tu ensalada del almuerzo. “No hará un cambio sobre el resto del mes. Cuando tienes buenos hábitos, una semana de alimentación diferente no hará gran diferencia”, enfatiza nuestro director científico, el doctor Carlos Jaramillo quien además sugiere tener presentes los buenos hábitos en los días de conexión de la rutina, pero sin que sean una camisa de fuerza; siempre será buena idea adaptarlos al destino y a las actividades que elijas, y si un día no se puede, nada sucederá. Con lo cual, estarás aprendiendo a ser flexible a partir del aprendizaje de tu alimentación como un acto individual, sí, pero con componentes socioculturales, más allá de los calóricos. “Estás en una ciudad o país diferente y quieres probar distintas cosas, ¡claro!, pero cuando llegues al restaurante trata de pensar: ‘Mmm… no he comido suficiente proteína, entonces comeré un poco más’; de pronto no has comido vegetales, mira en la carta qué vegetales puedes incluir en tu plato y vas equilibrando. Trata de comer un poco más alto de proteína para que estés mucho más saciada. Si vas a tomar un trago, hazlo. Si te comes un postre, disfrútalo; mañana entenderás cuánto será lo que te vas a comer”, añade el autor de El milagro metabólico. (Pero eso sí, te sugerimos dejar la experiencia más placentera para el final; si bien no será la única, asegúrate que sea la mejor. En el siguiente numeral, entenderás por qué). De este modo, estarás siendo flexible sobre la marcha, es decir, estás aprendiendo a ser flexible, siendo flexible. Y es que, la exposición a estas situaciones –para muchos, estresantes– son la mejor estrategia para aprenderlas y apropiarlas de manera equilibrada. Te sorprenderá saber que no solo la investigadora Jessica de Bloom ha estudiado los beneficios de los viajes. Son múltiples los análisis que indican que ir al exterior impulsa la flexibilidad cognitiva y por ende, ejerce grandes efectos positivos en la creatividad, siendo mayor la capacidad de innovación que se desarrolla, en la medida que más días se disfrutan fuera del país de origen. ¿Qué pasa si rompí la dieta en vacaciones? ¡Recuerda! Y con esto no buscamos que te reproches o te conviertas en una ‘rumiante’ de culpas e ideas obsesivas, que te lleven a restricciones y compensaciones (por lo general, con ayunos mal organizados y excesos de ejercicio) postvacaciones, para deshacerte del POSIBLE kilo de más adquirido en estos días (ojo, será POSIBLE la ganancia de algo de peso; pero no, mandato ni regla general). “La tendencia, hoy, es definir a la salud o a la buena alimentación a partir de lo que no se come. Y no se trata de eso, sino de controlar el exceso y la frecuencia del consumo de lo que puede hacerle daño a alguien; mucho menos se trata de seguir un exceso de restricciones obsesivas sin controlar o equilibrar lo que sí se come”, explica nuestro director científico, el doctor Carlos Jaramillo. Y como en tus días de descanso equilibraste tu alimentación (y que fue lo que encontraste, no lo que planeaste), es decir, saliste de tu caja y enfrentaste uno de tus mayores temores: la dupla de la inactividad y los gustos alimenticios, ¡vale la pena recordarlo! No solo para incrementar tus niveles de autoconfianza, sino porque aprendiste sobre tu alimentación, a partir de tu propia experiencia. Esta es, sin duda, la mejor herramienta que podemos darte para que, en tus próximas vacaciones, sigas tomando Savvyas decisiones, basadas en tu propia evidencia. Es decir, ya sabes que un par de postres típicos, o una semana almorzando delicias exóticas no ‘te harán perder’ lo que conseguiste (y seguirás logrando e, inclusive, mejorando) en los cerca de 350 días que dedicas a seguir un estilo de vida con-ciencia. “Finalmente, si te subiste un o dos kilos en tus vacaciones, porque te corriste un poco más, no te desanimes, no te castigues… no te des látigo. Aprovecha tus días de descanso para volverte un experto en tu propia alimentación y eso te va a ayudar a encontrar diferentes herramientas que te ayudarán a salir del guión, y te darás cuenta que las vacaciones, las fiestas, los eventos, etc. dejan de ser un problema o una obsesión, volviéndose un goce y un disfrute, porque mañana, con la siguiente comida, seguirás entendiendo de qué se tratan tus hábitos y tu ejercicio”, finaliza el autor de El milagro antiestrés, el médico funcional Carlos Jaramillo. Por eso recordar las vacaciones cuando estás de vuelta en tus rutinas, será fundamental, y su efecto será aún mayor si, como te sugerimos más arriba, dejaste el mejor de los placeres vacacionales para el final. Por eso recordar las vacaciones cuando estás de vuelta en tus rutinas, será fundamental, y su efecto será aún mayor si, como te sugerimos más arriba, dejaste el mejor de los placeres vacacionales para el final. Se trata de la regla del peak end (pico final), propuesta por el premio Nobel de Economía Daniel Kahneman. Esta se basa en el funcionamiento de nuestra memoria, la cual no suma el disfrute de diferentes momentos agradables y al final, hace la media, sino que recuerda mejor lo que ocurre al final, que lo que pasa al principio. De ahí, la importancia de un cierre de vacaciones, literalmente, inolvidable (y por ello, es habitual dejar también el postre para el final ¿no?), que además te garantizará los efectos positivos del descanso al volver a la rutina. Por ejemplo, la mayor productividad y rendimiento físico y mental, modificaciones de la respuesta al estrés, optimización del sistema inmune, curación de heridas e inclusive, reducción del riesgo a la depresión; durará más tiempo. Aprovecha este tiempo para fortalecer tu relación con la comida y mantener hábitos saludables. ¡Dile adiós a la ansiedad en vacaciones!
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Sana a toda la familia: Tips para prevenir el cáncer
Categoría del artículo: Alimentación y nutrición 15 mins de lectura ¿Sabes por qué suele aparecer el cáncer? Cuando una célula rebelde se niega a morir y comienza a duplicarse, su crecimiento puede ser exponencial. Si nuestro sistema inmunológico no logra detener este proceso, la célula puede formar un tumor. El estrés crónico y los radicales libres, causados por nuestros malos hábitos diarios, mantendrán ocupado el sistema inmunológico y no lo dejarán operar en buenas condiciones. Por esta razón, el estrés está relacionado con la aparición y progresión del cáncer. Genera conciencia: hazte el autoexamen y, desde tus acciones diarias cuida y protege tu salud para prevenir enfermedades o sobrellevarlas de la mejor manera. ¿Cómo influye la alimentación en el cáncer de mama? Estudios científicos han demostrado que una dieta rica en frutas, verduras y granos enteros, y baja en grasas saturadas y azúcares refinados, puede reducir el riesgo. Los antioxidantes presentes en alimentos como las bayas, el té verde y las verduras crucíferas (brócoli, coliflor, repollo) ayudan a combatir los radicales libres. Éstas, son moléculas inestables que pueden dañar las células, y los antioxidantes neutralizan este efecto, protegiendo así al cuerpo del daño celular. Además, los ácidos grasos como el omega-3, presentes en el pescado y las nueces, tienen propiedades antiinflamatorias las cuales pueden proteger las células y reducir la inflamación crónica, un factor de riesgo en la aparición de cáncer. También, la fibra dietética que se encuentra en alimentos como granos enteros, frutas y verduras, juega un papel crucial. Ayuda a regular los niveles de estrógeno, una hormona que, sí se encuentra muy elevada, se asocia con un mayor riesgo de cáncer de mama. Un estudio publicado en el Journal of the National Cancer Institute encontró que las mujeres que consumían más fibra tenían un riesgo significativamente menor de desarrollar esta enfermedad. ¿Qué suplementos puede tomar una persona con cáncer? Antes de mencionarte algunos suplementos para personas con cáncer que pueden ser aliados poderosos, te recomendamos siempre consultar un médico especialista que te ayude a personalizar tu alimentación y así, evitar interacciones con otros medicamentos. ¡Empecemos! La vitamina D, por ejemplo, ha demostrado mejorar las expectativas de los pacientes ya que es fundamental para la salud ósea y el sistema inmunológico. Los ácidos grasos como el omega 3, presentes en el aceite de pescado, ayudan a reducir la inflamación, mejoran la función cardíaca y pueden aliviar algunos efectos secundarios del tratamiento. La curcumina, un componente de la cúrcuma, posee propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, las cuales contribuyen a inhibir el crecimiento de células cancerosas. El selenio es ideal para apoyar la función inmunológica y proteger las células del daño oxidativo. Los probióticos son beneficiosos para mantener la salud intestinal, especialmente durante la quimioterapia, ya que ayudan a restaurar el equilibrio de la flora intestinal. Finalmente, la coenzima Q10, un antioxidante natural, mejora la función celular y reduce la fatiga, lo cual es crucial para los pacientes en tratamiento oncológico. ¿Qué vitaminas puede tomar una mujer con cáncer de mama? Además, de las ya mencionadas anteriormente, sería fundamental incluir en tu alimentación vitaminas como la B12 que juega un papel importante en la producción de glóbulos rojos y el mantenimiento del sistema nervioso. Asimismo, la vitamina C actúa como antioxidante, apoyando la cicatrización de heridas. Por su parte, la vitamina E ayuda a mantener la integridad de las membranas celulares.El calcio es fundamental para la densidad ósea, mientras que el magnesio contribuye al funcionamiento muscular y nervioso. Por último, el ácido fólico (vitamina B9) es clave en la producción de glóbulos rojos y el mantenimiento del ADN. El calcio es fundamental para la densidad ósea, mientras que el magnesio contribuye al funcionamiento muscular y nervioso. Por último, el ácido fólico (vitamina B9) es clave en la producción de glóbulos rojos y el mantenimiento del ADN. El calcio es fundamental para la densidad ósea, mientras que el magnesio contribuye al funcionamiento muscular y nervioso. Por último, el ácido fólico (vitamina B9) es clave en la producción de glóbulos rojos y el mantenimiento del ADN. Ten presente que cualquier suplementación que desees incluir en tu alimentación debe estar supervisada por un profesional de la salud, asegurando que se adapte a sus necesidades y no interfiera con su tratamiento. ¿Cómo realizar un autoexamen de mama eficazmente? 1. Frente al espejo, con las manos en la cintura, observa ambos senos en búsqueda de hundimientos, bultos o cambios de textura en la piel. 2. Sube los brazos, gira tu cuerpo y observa tus mamas de frente y de lado. 3. Pon tu mano detrás de la cabeza elevando el codo. Con la mano contraria lleva la yema de tus dedos a la axila. Presiona con movimientos circulares y suaves desde allí hasta tu seno. 4. Presiona el pezón suavemente para ver si hay alguna secreción. 5. Repite estos movimientos con la otra mama. Hazte el autoexamen una vez al mes, 7 días después de llegar tu período. Si ya no lo tienes, define un día y háztelo siempre ese mismo día cada mes. En conclusión, la información y las prácticas compartidas aquí no solo buscan aumentar la conciencia sobre esta enfermedad, sino también empoderarte con herramientas prácticas para tu salud. Desde la importancia de una dieta equilibrada hasta la inclusión de suplementos recomendados y la realización regular del autoexamen, cada acción cuenta en la prevención y detección del cáncer de mama.
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11 Pasos para reducir el estrés
11 Pasos Para Reducir El Estrés Este video te proporciona herramientas útiles para reducir el estrés y mejorar la salud en su video de 11 pasos. El exceso de estrés es una epidemia pandémica que puede enfermar a las personas. El Dr. Jaramillo escribió el libro Milagro Antiestrés para ayudar a sus pacientes y proporcionar herramientas útiles para reducir el cortisol y el estrés.
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¿Cómo una alimentación saludable puede prevenir enfermedades y mejorar tu salud?
Categoría del artículo: Alimentación y nutrición 10 mins de lectura Del ‘eres lo que comes’ aprendiste a ver el alimento como información y no, como simples calorías. Hoy te ofrecemos un completo menú para que elijas, con Savvyduría, los ingredientes de tu prevención y alivio. Recuerda que no se trata de perder peso, sino de ganar salud. ¿Tienes migraña? ¿Has revisado el porqué? Bueno, ¿qué tal si empiezas a buscar el origen de esa afección que desde hace años se ha convertido (literalmente) en tu dolor de cabeza? Te lo proponemos porque seguramente la salida que has tomado todo este tiempo ha sido aliviar la consecuencia de tu enfermedad de base, es decir, ‘quitar’ tu dolor de cabeza con cualquier analgésico de venta libre, sin ir al origen. Y con ello no estamos insinuando que debas practicarte exámenes exhaustivos y costosísimos; de hecho, tu nevera y tu alacena serán las únicas que se someterán a un análisis. Y tú serás tu propio médico. “Llevamos muchos años en una pobreza dentro del mundo de la nutrición, pensando que la comida son simplemente calorías; y los malos hábitos, como la mala alimentación, es muchas veces el disparador de muchas afecciones a nivel mundial”, asegura nuestro director científico, el Dr. Carlos Jaramillo, quien desde su enfoque funcional de la medicina enfatiza en el potencial que tiene el alimento, al mismo tiempo, como el disparador de un óptimo estado de salud. Ahora bien, ¿Qué beneficios tiene comer saludable? La ciencia ha demostrado que la comida puede hacer que recuperemos nuestra salud; algunos alimentos tienen la capacidad de modificar genes, apagar enfermedades y traer bienestar en múltiples niveles. Si bien no existe un estudio que dictamine que una u otra dieta ‘sanará’ por arte de magia a un paciente de diabetes (por ejemplo), sí hay varios que confirman el consumo de sustancias presentes en ciertas frutas, raíces, verduras, etc. como coadyuvantes en el alivio de algunas sintomatologías, en el control de la enfermedad y sobre todo, en la reducción de las posibilidad de padecerla (es decir, en la prevención de su aparición). Uno de ellos es el magnesio. Según una publicación de la oficina de Suplementos Dietarios de National Institutes of Health (NIH), la cual hace parte del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos y que puedes leer aquí; reconoce la importancia del consumo de nueces, hortalizas de hojas verdes, como las espinacas, y cereales integrales para obtener mediante la dieta, las cantidades recomendadas de este nutriente encargado de la regulación de la función muscular y del sistema nervioso, de los niveles de azúcar en la sangre y la presión sanguínea. Además, ayuda en la formación de proteínas, de masa ósea y del material genético en las células (ADN). De ahí que el consumo de dichos alimentos esté asociado a un menor riesgo de enfermedad cardiaca y derrame cerebral (el magnesio es reconocido entre los especialistas como aliado de la reducción de la presión arterial) y de diabetes tipo 2 –el magnesio ayuda a procesar el azúcar y por ende, reduce el riesgo de resistencia a la insulina–. Asimismo, por sus beneficios a nivel osteomuscular, se analiza si el consumo mediante fuentes naturales en dupla con dosis monitoreadas de suplementos de magnesio garantizaría la mejora en la densidad ósea de las mujeres mayores y, por ende, la reducción del riesgo de osteoporosis. Incluso, una buena ensalada de hojas verdes y nueces como parte de tu almuerzo o cena puede ayudarte a calmar tu migraña. ¿Sabías que las personas que padecen estos dolores intensos han revelado niveles bajos de magnesio en su sangre? Por ello, se trabaja en mejorar la evidencia médica existente frente al consumo de los suplementos de magnesio (siempre bajo estricto rigor del especialista) como herramientas que reducen su frecuencia. “Hay muchos ejemplos de los efectos de la alimentación en el estado de salud; uno muy recurrente –y desligado de la reducción del peso– es que la gente que tiene alergias crónicas como conjuntivitis, rinitis, asma o problemas de piel, y elimina el azúcar (en todas sus presentaciones: miel, panela, jarabes y todos los calóricos, menos la estevia), el gluten y los lácteos, mejoran sus alergias. Si bien no se curan completamente, sí tienen una mejoría impresionante porque el azúcar es altamente inflamatorio y cualquier alergia es una condición de inflamación crónica donde tengo mi sistema inmunológico rendido, reaccionando de una forma que no es la mejor”, puntualiza nuestro director científico, el doctor Carlos Jaramillo. Nutrición terapéutica: potenciando la salud a través de la alimentación Para muchos, es conocida como nutrición funcional; para otros, se trata de un enfoque ancestral; quizás, otros tantos prefieran ser identificados como aliados del movimiento de la comida real y aún quedan varios que se identifican con la etiqueta holística de la alimentación. Además, los más trendy estarán explorando la controvertida nutrición ortomolecular, vista con escepticismo por la comunidad científica debido a su propuesta de mejorar la salud mediante el exceso de aminoácidos, vitaminas y minerales, mediante el consumo excesivo de agua, proteínas, grasas insaturadas y carbohidratos complejos. En este enfoque, los suplementos son también pan de cada día. Sea cual sea el nombre del modelo dietético de turno, todos persiguen un mismo objetivo: la salud. Esto implica mantener el funcionamiento de lo que está marchando bien en el organismo y de sanar lo que ha venido fallando; todo a través de la alimentación. Aunque en los últimos años se disparó el boom del enfoque nutricional de la sanación del organismo, te sorprenderá saber que el uso de ‘comida como medicina’ no es nuevo, destacándose la importancia de los alimentos terapéuticos en este enfoque. Puede sonar revolucionario y vanguardista en la sociedad actual, pero este concepto ha sido el evangelio de diferentes culturas milenarias orientales, especialmente en Japón e India, donde el consumo de determinados alimentos alineados con medicinas tradicionales y alternativas –como el Ayurveda– han sido el ‘secreto’ de la longevidad y de las bajas tasas de incidencia de enfermedades crónicas como obesidad, diabetes e hipertensión en sus habitantes. Incluso,, varios de sus ingredientes, especias y preparaciones han sido los ‘superalimentos’ de los últimos años a este lado del planeta. Salud, en modo azul; longevidad y bienestar Otro dato que llamará tu atención sobre el sustento secular de los enfoques de la sanación mediante lo que comemos, llega desde las llamadas ‘zonas azules’, regiones del planeta en donde sus habitantes presentan las mayores expectativas de vida frecuentemente los 110 años o más. El término fue acuñado en 2004 por el demógrafo belga Michel Poulain y el médico italiano Gianni Pes, quienes descubrieron que en la isla de Cerdeña (Italia) había una numerosa población de personas con 100 años, o más. Su descubrimiento fue publicado en la revista Experimental Gerontology, y desde entonces investigadores como el estadounidense Dan Buettner se han dedicado al estudio demográfico de la longevidad. En 2015, Buettner, halló otros epicentros de personas que superaban por varias décadas la media de expectativa de vida mundial (73 años) en la isla de Okinawa (Japón), en la Península Nicoya (Costa Rica), la isla de Icaria (Grecia) y Loma Linda (California). Precisamente en este último enclave, el investigador y autor de best sellers como El secreto de las zonas azules, halló que la mayoría de sus habitantes pertenecen a la comunidad adventista del séptimo día que supone al cuerpo como templo del Espíritu Santo y por ello, debe ser honrado y protegido mediante el consumo de una dieta a base plantas y fibras integrales. Esta dieta excluye la cafeína, alcohol y sustancias estimulantes (método religioso vinculado al enfoque de la nutrición bíblica desarrollado por la autora y health coach Annette Reeder, quien propone el consumo de los alimentos citados en la Biblia y la práctica del ayuno para garantizar una salud abundante). Por su parte, la zona azul japonesa de Okinawa es conocida mundialmente porque allí viven las mujeres más longevas del planeta. Su ‘secreto antienvejecimiento’ según el estudio Una dieta de envejecimiento saludable además de la mediterránea: un foco en la dieta de Okinawa (desarrollado en 2014 por los expertos en medicina geriátrica e investigadores Donald Craig Willcox, Giovanni Scapagnini y Bradley J. Willcox) es la dieta, basada en carbohidratos ricos en fibra (como la batata) y vegetales de la familia de los pepinos y las calabazas, restándoles el protagonismo a las grasas, las proteínas y los alimentos ultraprocesados –son considerados unas rarezas; debido a su ubicación remota, la accesibilidad a las zonas azules es casi nula–. ¿Qué dice la OMS sobre la nutrición funcional? Debido al interés suscitado por el impacto de la alimentación en el estado de salud y en los procesos de prevención y tratamiento de enfermedades crónicas (en especial, de las relacionadas a los procesos inflamatorios), grandes estamentos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) también han optado por relacionar el estado nutricional con la salud inmunitaria y por ello, en sus Guías Alimentarias para Estadounidenses de 2020 a 2025, propone un modelo nutricional saludable a base de frutas, vegetales, granos integrales, proteína magra, grasas y aceites saludables. El consumo de sal, azúcar añadido y grasas saturadas (en otras palabras, los ultraprocesados) debe restringirse, como también lo sugiere la Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés) para la cual, una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros, legumbres, lácteos bajos en grasa y proteínas magras es clave cuando se habla de proteger la salud cardiovascular. Ello, sumado a la puesta en marcha del impuesto a las bebidas azucaradas y a los ultraprocesados en Colombia, confirma que, más que ser una tendencia, una ‘dieta de moda’ o un ‘reto detox de 21 días’, el reconocimiento del poder sanador del alimento sigue ganando terreno en las agendas y políticas públicas de la salud. ¿Cuáles son los alimentos con propiedades funcionales más conocidos? Como te mencionamos al inicio, las enfermedades crónicas que más aquejan hoy a la humanidad como problemas metabólicos, el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y las trombosis, están asociadas con procesos inflamatorios crónicos en el organismo. Por ello, nuestro director científico, el doctor Carlos Jaramillo, nos comparte algunas maneras de sanarte mediante lo que llevas a tu boca: seis alimentos con potencial antiinflamatorio, incluyendo aliment: 1. Cúrcuma: Utilizada durante milenios en la India por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Según el Dr. Jaramillo, “cuando miramos la cascada de la inflamación en la medicina, esta tiene muchas vías o pasos. Todos los antiinflamatorios como ibuprofeno o diclofenaco actúan en diferentes partes; la cúrcuma actúa en todas las vías sin hacer bloqueo sino modulación de la inflamación”. Recuerda que la inflamación es necesaria para el cuerpo; el problema es su exceso o en su persistencia a lo largo del tiempo. Cuando tu cuerpo se inflama de manera modulada, se regenera; por ello, los antiinflamatorios que bloquean no permiten dicha reparación. En cuanto a la cúrcuma, se recomienda una cantidad diaria ideal superior a los 1500 mg. Si quieres puedes incluir hasta 5.000 unidades, dependerá de la tolerancia de tu paladar a su fuerte sabor. 2. Jengibre: Protagonista de las medicinas ancestrales de territorios orientales de China, India y Japón, tiene un alto poder antiinflamatorio comparable al de la cúrcuma. A diferencia de esta, el jengibre actúa sobre ciertas partes de la cascada de la inflamación. Su súper poder es el antioxidante, es decir que equilibra el sistema de defensas y de reparación, combate la acumulación de radicales libres y ayuda a reducir o prevenir la inflamación crónica, entre otros. 3. Romero: Se trata de un botánico muy útil en la cocina y con propiedades antioxidantes. En el intestino, ayuda a eliminar parásitos, bacterias u hongos. Cuando se consume en altas concentraciones en forma de aceites esenciales de grado farmacológico (supervisados por el especialista) o mediante comprimidos, puede reducir el exceso de bacterias. “Estas bacterias, al descomponerse, liberan moléculas que causan inflamación y dolor en el cuerpo, además de asociarse al riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes”, explica el doctor Carlos Jaramillo quien sugiere consumir el romero a manera de ‘emulsión natural’, picándolo finamente y en cantidad, sumergiéndolo en aceite de oliva. Podrás tomar una cucharada diaria. 4. Pimienta cayena: Su contenido de capsaicina le da gran potencial antiinflamatorio y analgésico. “Si bien una es consecuencia de la otra, hay quienes presentan dolor sin inflamación”, explica nuestro director científico, el DR. Carlos Jaramillo. ¿Cómo sugiere consumirla? En un vaso de agua vierte limón, vinagre de manzana, pimienta cayena y hielo; mientras disfrutas de una bebida deliciosa y refrescante estarás ganando puntos contra la inflamación crónica, la oxidación y el dolor. 5. Algas, salmón y aceite de linaza: Estas son las mejores fuentes naturales de omega 3, reconocidas por sus beneficios antioxidantes, cardiovasculares y neurológicos. Si eliges un suplemento (es una de las fuentes directas comunes), asegúrate que incluya, solamente omega 3 y consume dosis diarias por encima de los 1500 miligramos. “Revisa su equilibrio entre EPA y DHA; idealmente, deben estar en relación 3 a 2 o 1,1 a 1”, recomienda el Dr. Carlos Jaramillo. 6. Té verde: Gracias a sus catequinas, compuestos de gran poder antioxidante, el té verde reduce la inflamación general del cuerpo y es aliado de las funciones cerebrales y cardiovasculares. Asimismo, sirve como coadyuvante en el control del azúcar en la sangre, resultando útil en pacientes con diabetes y con alteraciones metabólicas crónicas. Recuerda esto:Por último, recuerda que tu gran farmacia es tu cocina. “Y el medicamento más poderoso que tenemos –enfatiza nuestro director científico, el Dr. Carlos Jaramillo–es el tenedor, lo tenemos en nuestras manos y podemos utilizarlo todos los días”. ¡Empieza a disfrutar de los beneficios de alimentarse saludablemente!
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Cómo una buena alimentación incrementa tu productividad en el trabajo
Categoría del artículo: Alimentación y nutrición 20 mins de lectura Saber identificar qué alimento es ‘bueno’, ‘sano’ o ‘saludable’ será el primer paso para mejorar tu rendimiento tanto en el trabajo como en casa. No solo eres lo que comes; produces lo que comes y ello se ve reflejado en tu rendimiento. Así lo demostró en 2016 la Organización Internacional del Trabajo (OIT) mediante un estudio que señaló la existencia de un fuerte vínculo “entre una alimentación de calidad y una productividad elevada”, como concluyó dicho análisis. Entonces, la ciencia nos demostró que, efectivamente, la inclusión de determinados alimentos y la reducción de otros puede incrementar en un veinte por ciento la productividad en la oficina. Impacto de una dieta saludable en el rendimiento laboral Se conoce como ‘alimentación productiva’ al conjunto de hábitos alimenticios que aumentan la eficiencia laboral. Esta teoría se basa en estudios realizados por expertos de la Brigham Young University (Provo, Utah, EE. UU.), la Health Enhancement Research Organization (HERO, una organización sin ánimo de lucro enfocada en la garantía de las buenas prácticas en el entorno laboral), y el National Center for Health Research (Washington, EE.UU). Estos estudios, publicados en el "Journal of Occupational and Environmental Medicine", compararon el rendimiento de más de veinte mil empleados de tres empresas diferentes en Estados Unidos, evaluando factores como la concentración, la energía y la capacidad para manejar el estrés. Las cifras revelaron que los empleados con dietas poco saludables tenían un 66% más de probabilidades de ser poco productivos. Este hallazgo resalta la importancia de una dieta equilibrada no solo para la salud general, sino también para el rendimiento laboral eficiente. Según la American Journal of Clinical Nutrition, la inclusión de alimentos ricos en nutrientes como frutas, verduras, proteínas magras y granos enteros puede mejorar significativamente la función cognitiva, reducir la fatiga y aumentar la motivación en el entorno de trabajo. ¿Cómo tu alimentación puede mejorar tu productividad? Para nadie es secreto que la alimentación es la base del desempeño físico, mental y social de la VIDA. No solo porque ‘es imposible pensar con el estómago vacío’ o porque te pongas de muy mal genio cuando es más de la 1 p.m. y no has almorzado. Sobre todo, porque tus hábitos poco saludables y sostenibles en torno a la mesa del comedor –más allá de referirnos a una ‘mala dieta’– están directamente relacionados con el desarrollo de enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión o las afecciones cardiovasculares y metabólicas. Estas enfermedades se han convertido en unas de las principales causas de la disminución de la productividad de los trabajadores y del aumento en su ausentismo laboral. Una dieta balanceada nos puede ayudar a resolver la incógnita de cómo ser más productivo en el trabajo. Por ejemplo, consumir alimentos ricos en omega-3, como el salmón y las nueces, puede mejorar la función cerebral y la concentración. Las frutas y verduras frescas, al ser ricas en antioxidantes, ayudan a reducir la fatiga y el estrés oxidativo, mientras que los granos enteros proporcionan una liberación constante de energía que ayuda a mantener los niveles de azúcar en sangre estables. Así lo determinó un informe de 2019 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), una organización internacional que diseña mejores políticas para favorecer la prosperidad, la igualdad, las oportunidades y el bienestar para todas las personas. Según este documento, en países como México (en donde se registran los niveles más bajos de productividad laboral en el mundo), la fuerza laboral se reduce anualmente en 2,4 millones de trabajadores, debido a los problemas de salud derivados de sus hábitos alimenticios. Por ende, estas personas “tienen menos probabilidades de emplearse y tienden a ser menos productivas”, según el informe de la OCDE, que también resalta que no solo las enfermedades crónicas pueden derivar de la alimentación, llegando a afectar la capacidad cognitiva y física de los empleados de una empresa. Otros síntomas físicos asociados al estrés –que, como leerás más abajo, tiene un fuerte componente nutricional y no solo mental– y que ya normalizamos en el empleado promedio como el cansancio excesivo (el sonado burnout o síndrome ‘del quemado’), la falta de reflejos, el desinterés, la depresión y hasta los dolores musculares también son causados por las elecciones alimenticias que desembocan en el ausentismo, en las incapacidades constantes y finalmente, la baja productividad que incrementa los costos en temas salud en cualquier empresa. Mejora tu productividad en casa con hábitos alimenticios saludables Ya que dejamos clara la relación entre lo que llevas a tu cuerpo mediante tu boca y cómo esto afecta tu rendimiento, te damos los más Savvyos consejos para que nunca ‘te quites la 10’ y des lo mejor de ti. ¿Cómo elegir alimentos sanos? Primero, aclaremos qué es un alimento ‘sano’, ‘saludable’ o ‘bueno’. Aquí está la clave para aprender a discernir qué es lo más indicado para ti y así, disfrutar tu alimentación sin necesidad de revisar constantemente un listado de opciones catalogadas como ‘saludables’. “Tenemos la gran oportunidad de contar con alimento disponible y con la ciencia para entender la alimentación haciendo el esquema que quieras: vegetarianismo, veganismo, keto, carnivorismo, paleo, lo que quieras. Hay ciencia detrás de todos los esquemas, pero dentro de todo, nos pueden meter los dedos a la boca sin saber qué es un buen alimento y cómo lo podemos escoger”, asegura nuestro director científico, el doctor Carlos Jaramillo, quien propone tres pasos para identificar, con-ciencia, un buen alimento que te aportará a ser más productivo. Paso 1: ¡Entender si estuvo vivo! Si es un alimento de procedencia animal, lo estuvo; los vegetales, las plantas, las frutas y todo lo que viene de la tierra, estuvo vivo y muere al ser cosechado o arrancado. “Las gomas nunca estuvieron vivas, la gaseosa nunca estuvo viva, entonces no cumple con el paso uno”. Paso 2: Luego de confirmar que, efectivamente, fue un alimento que estuvo vivo, interésate por saber qué comió. ¿Con qué se fertilizó o cuál fue el alimento de la planta o de la fruta? Recuerda que lo que comió el pollo, la res, el cerdo, el pato, el cordero, el pez, etc., determina de qué está hecho y, finalmente, tú terminarás comiéndolo. Si la res fue alimentada con transgénicos, tú los ingerirás. Si las semillas de tus vegetales y tus frutas fueron regadas y fertilizadas con químicos, glifosato y pesticidas, estarás llevando esa información a tu plato. Paso 3. Ahora, es momento de investigar el nivel de procesamiento de ese alimento. Para ello debes partir por reconocer que existen muchos alimentos ‘buenos’ los cuales tienen un mínimo de procesamiento, determinado por el uso de técnicas completamente naturales y sin añadidos, como el secado al aire libre, la deshidratación y la molienda, entre otros. Por ejemplo, la sal, el jengibre, la cúrcuma en polvo, etc. que tienes en casa, solo se sometieron a secado al aire y fueron molidos, es decir, fueron mínimamente procesados. Algunos deshidratados, como los tomates secos, tuvieron un mínimo nivel de procesamiento. Por su parte, el limón secado por aire y triturado también es mínimamente procesado. “O puedes poner a hervir unos huesos y tener un concentrado o un caldo y lo sometes a un secado por aire; eso también es un mínimo procesamiento que se usa en algunos nichos de la industria alimenticia”, explica nuestro director científico, el doctor Carlos Jaramillo. En el otro lado de estas técnicas de transformación de la comida, que en su mayoría fueron creadas por nuestros ancestros, están los ultraprocesados. Son aquellos alimentos que se obtienen mediante procesos químicos y mezclas de sustancias industriales. Algunos ejemplos son el azúcar refinada y el aceite vegetal los cuales cuentan con altísimos niveles de procesamiento para poder obtenerlos. Las sustancias industriales añadidas que le dan la categoría de ultraprocesado a un alimento son todas aquellas adiciones para darle sabor, color, dulzor artificial y espesura, entre otras modificaciones en su apariencia original. “El problema no es solamente el omega-6; el problema son todos los pasos y procesos químicos e industriales que lleva. Si lees la lista de ingredientes y tiene una cantidad de químicos industriales acompañados de uno que otro nombre que sí reconoces como alimento, eso es un ultraprocesado, no lo necesitas”, puntualiza nuestro director científico, el doctor Carlos Jaramillo. En nuestra próxima entrada, encontrarás consejos prácticos y efectivos para potenciar tu productividad. Descubre estrategias probadas respaldadas por la ciencia para mejorar tu bienestar, energía y rendimiento en cada tarea que emprendas. ¡Prepárate para alcanzar tu máximo potencial con hábitos alimenticios saludables!
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Todo lo que debes saber sobre la Proteína de Levadura: la revolución en nutrición veggie
Categoría del artículo: Alimentación y nutrición 16 mins de lectura ¿Puede un hongo ser fuente de proteína de alto valor biológico? Antes de darnos tu respuesta, dejemos claro que quedan fuera de concurso el champiñón, el shiitake o las orellanas que sueles incluir en tus sinergias nutricionales más poderosas para conseguir tu porción de proteína completa a la hora del almuerzo. Entonces: ¿es cierto todo lo bueno que se comenta, desde la ciencia y la medicina, sobre la levadura de cerveza como LA FUENTE de proteína vegetal top para los amantes de un estilo de vida basado en el equilibrio? ¡Te contamos toda la verdad! ¡Estos son los beneficios de la Proteína de Levadura! Actualmente —y tras varios análisis médicos, científicos y bioquímicos, se han superado las barreras que antes mantenían a muchas personas alejadas de las proteínas no animales— las fuentes de proteína vegana, en especial, las provenientes de la levadura, se han convertido en la nueva ‘piedra filosofal’, no solo por sus aportes del perfil completo de aminoácidos (algo nunca antes visto en una proteína vegana) que garantiza una dosis diaria de 18 gramos de este ingrediente por porción, sino también por la sostenibilidad detrás de su proceso de producción. Además, numerosos estudios respaldan la eficacia de la proteína de levadura en la promoción de la salud. Por ejemplo, investigaciones han demostrado que la levadura de cerveza puede ayudar a regular los niveles de azúcar en la sangre, mejorar la salud intestinal y fortalecer el sistema inmunológico. Estos beneficios se deben a la composición nutricional única de la levadura de cerveza, rica en proteínas, vitaminas del grupo B y minerales esenciales. Por lo cual, ha ganado más popularidad y la han consolidado como una opción nutricionalmente sólida. El impacto sostenible y nutricional de la Levadura de Cerveza Conocida como levadura de cerveza (sirve como materia prima para la producción de la bebida a base del fermento de la cebada) y/o levadura nutricional (gracias a su potencial alimenticio intrínseco). Ha adquirido gran reconocimiento y aceptación últimamente, por ser una de las más innovadoras alternativas para los seguidores de las dietas flexetarianas (no estrictamente veganas que incluyen un consumo frecuente de proteínas de origen no animal), un segmento poblacional y del consumo en crecimiento a nivel mundial. De acuerdo con las cifras de la firma consultora Kantar, en Colombia, uno de cada diez hogares abrieron sus puertas a las alternativas de proteína veggie en 2022, siendo los focos los departamentos de Cundinamarca, Antioquia, los del Eje cafetero y los Santanderes. Si bien organizaciones internacionales, como FoodData Central (el sistema de información nutricional y de investigación de la industria agrícola del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, USDA, por sus siglas en inglés) han demostrado, recientemente, sus beneficios como una proteína de origen vegetal completa, es decir, con todo su perfil de aminoácidos —una cucharada de levadura nutricional o de cerveza ofrece hasta cinco gramos de proteína—, desde 1930 su levadura, la saccharomyces cerevisiae, se constituyó en objeto de estudio debido a ciertas funciones e interacciones ejercidas por ésta sobre algunos procesos celulares humanos (entre ellos, los vinculados a la salud mental y neurológica) como sugieren Carlos Augusto Rosa y Peter Gabor en su libro Biodiversity and Ecophysiology of Yeasts. Series: The Yeast Handbook (2006). A con-ciencia: ¿Qué es la levadura? Partamos por conocer a la levadura. Se trata de una especie de hongo unicelular conocido científicamente como saccaromyces cerevisiae que, a pesar de ser tan elemental, hace parte de los microorganismos que han acompañado y guiado el progreso y bienestar de la humanidad. Su nombre deriva del griego saccharo (azúcar), myces (hongo) y cerevisiae (cerveza), de ahí que esté directamente vinculada al proceso de elaboración de la cerveza. Este hongo actúa como agente transformador del azúcar proveniente de su materia prima, la cebada, en alcohol mediante un proceso llamado fermentación, el mismo que les ha dado sabor al vino y esponjosidad a los productos de la repostería industrial. Además, destaca por su perfil nutricional, siendo una fuente rica en proteínas, vitaminas del grupo B, y minerales esenciales, siendo una excelente opción en dietas basada en plantas. “Las levaduras han sido utilizadas, desde la antigüedad, en la elaboración de cervezas, pan y vino, pero los fundamentos científicos de su cultivo y uso en grandes cantidades fueron descubiertos por el microbiólogo francés Louis Pasteur en el siglo XIX. Se conocen cepas diferentes y específicas para cada labor (panificación, destilería, producción de extractos de levadura y uso en animales)”, según explica esta revisión bibliográfica desarrollada en 2016 por un equipo de investigadores del Instituto Cubano de Investigaciones de los Derivados de la Caña de Azúcar (Icdca). Si bien ha sido mayormente identificada por sus usos en la panificación y la elaboración de bebidas alcohólicas, la evidencia recolectada sobre los componentes de su forma inactiva (es decir, de la levadura nutricional o de cerveza, producto sobrante de sus procesos de fermentación, cuando ya no cumple más esta labor) ha abierto la puerta de su uso, primero como alimento animal y, más recientemente, para los humanos, al ser parte de los microorganismos Gras (siglas de Generally Recongized As Safe o Generalmente Reconocidos Como Seguros) que aluden a las sustancias o agentes reconocidos por los expertos como seguros para el consumo humano, basados en su extensa historia o en la evidencia científica. ¿Cómo incorporar la proteína de levadura en tu dieta? Con un cuarenta por ciento de proteína por cada cien gramos, la levadura inactiva (la que no fermenta ni tampoco hará crecer tus preparaciones) se convierte en la más Savvya alternativa para quienes siguen una alimentación vegana, vegetariana o flexetariana. Se trata de una proteína de alto valor biológico, es decir, que posee un perfil de aminoácidos (grupos de moléculas que garantizan que una proteína sea eso: una proteína) completo para llevar a cabo sus numerosas funciones, entre ellas la construcción de músculos y su crecimiento, el transporte de vitaminas, minerales, lípidos y oxígeno hacia los órganos del cuerpo, la constitución y el fortalecimiento del sistema inmunológico. Además, tu ‘prote’ es decisiva cuando de la firmeza y la salud de tu piel, tus uñas, tus huesos y ¡hasta el pelo!, como te contamos en este post. Puedes incorporar la proteína en tu alimentación añadiéndola a batidos, espolvoreándola sobre ensaladas, sopas y otras recetas. Proteína de levadura vs otras fuentes vegetales (Soya) Uno de los grandes puntos a favor de la proteína de la levadura es su elevado contenido de vitaminas del grupo B, especialmente B-6 y B12. Precisamente, esta última (llamada también cobalamina) ha sido el talón de Aquiles de los modelos alimenticios veggies pues se trata de una vitamina exclusiva de las proteínas de origen animal. En estos modelos de salud verde, debe ser suplida mediante combinaciones o sinergias alimenticias de leguminosa, cereal y grasa saludable que, hasta ahora, han cumplido los requerimientos proteicos de sus adeptos. A diferencia de la soya, que es otra fuente de proteína vegetal, la levadura de cerveza no contiene fitoestrógenos, compuestos que pueden afectar el equilibrio hormonal en algunas personas. Además, su producción suele ser más sostenible porque requiere menos recursos naturales. Estas características hacen que sea una opción más accesible para quienes buscan alternativas de proteínas vegetales.
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Levadura nutricional: la mejor opción Plant Based
Categoría del artículo: Alimentación y nutrición 18 mins de lectura Si eres una verdadera aprendiz de tu propia salud, es posible que ya hayas leído, cuestionado, investigado y reaprendido todo (o casi todo) sobre la proteína más sustentable y completa del mundo veggie: la levadura de cerveza. Pero, ¿sabes identificar, a con-ciencia, una savvya alternativa en el mercado? Sigue leyendo y conoce los imprescindibles en la tabla nutricional de tu alquimia de aminoácidos. Primeros pasos en la alimentación Plant-Based Ahora que tomaste la decisión de apropiar una alimentación plant-based; ¿qué sigue? El siguiente eslabón de esta gran cadena de con-ciencia sobre la construcción de tu propia salud será conocer e identificar la información que le suministrarás a tu sistema a través de tus decisiones en torno al alimento. Posiblemente, ya habrás leído, visto y oído bastante información sobre los numerosos beneficios de incluir más verde en tu plato diario. Sin embargo, también habrás escuchado sobre las posibles deficiencias nutricionales que pueden surgir al obtener tu proteína de fuentes vegetales sin una sinergia nutricional adecuada. Esto puede lograrse a través de otros alimentos que suplan los nutrientes y los aminoácidos faltantes que les den ese push a tus días sin proteína animal. ¿Qué levaduras son beneficiosas? La buena noticia es que, con los adelantos médicos, microbiológicos y científicos en torno a la búsqueda de proteínas más completas y sustentables, la evidencia sobre el perfil de aminoácidos presentes en la levadura sobrante del proceso de fermentación de los granos de cebada y trigo empleados en las industrias de las bebidas alcohólicas y la panadería (la cepa Saccharomyces Cerevisiae), respectivamente, ha crecido como harina leudada —literalmente— en los últimos años. Esto ha permitido que cada vez más los flexitarianos, vegetarianos, veganos o inclusive, los omnívoros y carnívoros adopten el Meatless Monday (Lunes sin Carne) como parte de su estilo de vida, y no como movimiento o tendencia de turno. ¿Cómo la proteína de levadura mejora tu dieta Plant Based? La proteína de levadura con vitamina B, específicamente la Saccharomyces Cerevisiae, mejora tu dieta plant-based al proporcionar un perfil completo de aminoácidos esenciales, algo que muchas otras proteínas vegetales no pueden ofrecer por sí solas. Esto es crucial para la construcción y reparación de tejidos, la síntesis de neurotransmisores y el mantenimiento de un sistema inmunológico saludable. Además, es rica en vitaminas del grupo B, especialmente B12, que es difícil de obtener de fuentes vegetales. Estas vitaminas son esenciales para la producción de energía, la salud mental y la formación de glóbulos rojos. Estudios han demostrado que la inclusión de proteína de levadura en una dieta plant-based no solo suple estas deficiencias nutricionales, sino que también puede mejorar la digestión y la salud intestinal debido a su contenido de fibra y compuestos prebióticos. ¿Qué revisar en la Tabla Nutricional? Para disfrutar con total tranquilidad y con-ciencia tu nueva alternativa verde, será importante que elijas Savvyamente productos y/o alimentos que contengan una dosis de 18 gramos de proteína de levadura por cada scoop, servicio o porción. Asimismo, asegúrate de la trazabilidad de su materia prima y prefiere aquellas obtenidas por biotecnología y en ambientes controlados, como nuestra Savvy Veggie Powder® sabor a chocolate, con ‘cero emisiones’ de sustancias manipuladas genéticamente. ¿Por qué siento tantos antojos de comida o me siento cansada? Leucina Uno de los llamados Ácidos de Cadena Ramificada, o BCAA (dentro de estos también se clasifican la isoleucina y la valina; cada uno de estos es, a su vez, un grupo de aminoácidos), es clave a la hora de garantizar la función del incremento de la masa muscular, propia de las proteínas. “Los aminoácidos son los suplementos más comunes que hay para ganar masa muscular, y el principal es la creatina; otros aminoácidos que uno utiliza con ese fin son tres —son los que se consiguen más fácilmente— y son los de cadena ramificada o BCAA, cuya efectividad dependerá de la presencia de leucina en cada uno de ellos”, explica nuestro director científico, el doctor Carlos Jaramillo. Si bien la leucina tiene la capacidad de incrementar en buena medida la masa muscular, no debes caer en excesos ya que este aminoácido tiene también la capacidad de aumentar tu porcentaje de grasa, si sobrepasas su consumo. Por ello, en los suplementos de proteína de levadura que se convertirán en la Savvya información que le suministres a tus músculos, debes leer un contenido máximo de 1,6 gramos de leucina y hasta 3,6 gramos de BCAA totales en su fórmula. Glutamina Contribuye a corregir la permeabilidad intestinal (como te contaremos en un próximo post) y la salud global del intestino. Finalmente, asegúrate de verificar la trazabilidad de tu proteína de levadura. Puedes confirmarlo revisando la tabla nutricional para garantizar una mezcla de vitaminas y minerales de calidad, obtenida y reproducida de manera sostenible, como: Hierro Contribuye a las funciones cognitivas, la salud del sistema inmune y a disminuir el cansancio y la fatiga. Zinc Clave a la hora de reducir la oxidación, optimiza la salud del sistema inmune, mejora tu visión, fortalece tus huesos, tu pelo y uñas, contribuyendo a mejorar tus funciones cognitivas. Vitamina D Contribuye al mantenimiento de tu masa muscular y garantiza la salud de tu sistema de defensas. Metilfolato Es la forma activa del ácido fólico que contribuye en el ciclo de la metilación, del que dependen la producción de neurotransmisores asociados a las sensaciones placenteras, como la dopamina; también optimiza las funciones de las vías de desintoxicación hepática y la regeneración de tejidos. Vitaminas B12 y B9 Son imprescindibles para mejorar el estado de tu salud metabólica, disminuyendo tus estados de cansancio y fatiga. También, facilitan la síntesis de los aminoácidos y el crecimiento de tejidos maternos durante el embarazo, respectivamente. ¿Qué diferencias tiene con otras fuentes vegetales? Precisamente, este es el GRAN factor diferencial de la proteína de la levadura de cerveza, versus otras fuentes vegetales (como la soya, las leguminosas, etc.) pues las vitaminas del grupo B sólo son aseguradas mediante el consumo de carnes y derivados lácteos de procedencia animal. De ahí el crecimiento, como espuma, de la excelente reputación de las ‘protes’ y los suplementos a base de uno de los más elementales microorganismos y seguramente de los primeros empleados como proteína por el ser humano, aún sin saberlo, como explicó en 2004 este estudio llevado a cabo por investigadores mexicanos y franceses. “Los primeros microorganismos utilizados como fuente de proteínas, fueron las levaduras, principalmente la Saccharomyces cerevisiae, que aún hoy día es la principal fuente de proteína unicelular (…) La levadura S. cerevisiae es probablemente el microorganismo más ampliamente utilizado por el hombre a través del tiempo; aunque no se tuviera, en un principio, conciencia plena de la participación del microorganismo en la elaboración de diversos alimentos como el pan o las bebidas alcohólicas”, puntualiza dicho análisis. Decisión Savvya: cuándo y cómo tomar Proteína de Levadura Una savvya decisión a la hora de complementar la dosis de proteína y aminoácidos veggies será elegir alternativas a base de levadura de cerveza mínimamente procesadas y libres de sabores exóticos que puedan añadirle azúcar o endulzantes artificiales a tu sistema. No olvides incluirlas ÚNICAMENTE los días de entrenamiento de fuerza, que impliquen levantamiento de pesas, si buscas incrementar tu masa muscular con todo el poder verde.
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Alfa colina: alimento para tu cerebro
Alfa colina: alimento para tu cerebro Categoría del artículo: Alimentación y nutrición 25 mins de lectura Más que una medicina, se trata de uno de los más poderosos nutrientes que, increíblemente, ha sido poco tenido en cuenta, a pesar de sus funciones vitales. Hoy te contamos sobre la sustancia que sacó de los feeds de las redes sociales al omelette de claras y reivindicó a la yema de huevo como una de las más savvyas elecciones a la hora de apropiarse de la alimentación consciente. ¿Qué es el alfa colina? El alfa colina, más comúnmente conocido como alfa-GPC, es un compuesto natural que se encuentra en pequeñas cantidades en el cuerpo humano y en ciertos alimentos. Es un precursor de la acetilcolina, un neurotransmisor esencial para diversas funciones cerebrales, incluyendo la memoria, el aprendizaje y el control muscular. Con la pandemia, los nootrópicos tomaron fuerza al ser sustancias que potencian la función cognitiva y/o el rendimiento mental; entonces, el té matcha, el gingko-biloba, las semillas de guaraná y los espárragos —por su contenido de L-carnitina, optimizador de la energía mitocondrial al interior de las células—, cuadricularon los feeds de Instagram y fueron los más pineados en Pinterest. Entonces, una de las ‘medicinas inteligentes’ —así son conocidos los nootrópicos, desde 2015, cuando fueron popularizados por los trabajadores de Sillycon Valley, en donde siguen siendo imprescindibles por sus beneficios para mejorar el desempeño intelectual—más completas y sin efectos secundarios, como es la colina, pasó desapercibida; no solo porque, posiblemente el huevo (su principal fuente natural) no resultaba ‘tan instagrameable’ sino porque la otra pandemia legada por el coronavirus, como es el estrés, encendió las alarmas sobre la importancia de devolverle la salud al cerebro, a través de la alimentación. “De las peores epidemias y/o pandemias es el exceso de estrés. He visto el estrés manifestarse en mis pacientes a través de múltiples enfermedades” asegura nuestro director científico, el doctor Carlos Jaramillo quien, desde su enfoque de la medicina funcional se ha dado a la tarea de buscar y democratizar herramientas para tomar savvyas decisiones ante el trajín del mundo moderno, sino para apropiarse de la salud. ¿Cuál es la importancia de consumir alfa colina? No siempre es posible que el óptimo funcionamiento de tu sistema de recuperación dependa del consumo de huevo. Puede que sigas un modelo de alimentación vegana, por ejemplo, o que tus demandas de colina sean importantes (porque estás en periodo de gestación, porque eres deportista, porque tu trabajo requiere altas dosis de trabajo intelectual, porque tu estrés te tiene al borde del colapso o porque estás llegando a una edad avanzada en la que tus funciones cerebrales empiezan a flaquear) y superen la capacidad propia de tu hígado para producir este nutriente que depende, en mayor medida, de fuentes externas como la alimentación y algunos suplementos. De ahí la importancia de suministrarle a tu cuerpo colina a través del consumo de carne de res, hígado, pollo, papas, crucíferas como el brócoli, la coliflor y las coles de Bruselas y algunas nueces, semillas y granos. Asimismo, no está de más complementar con alternativas que promuevan su producción, como la alfa colina y la citi colina. ✏️ EL Dr. Carlos Jaramillo añade al respecto: “Existen tres fuentes externas de colina. Una es el bitratrato de colina, que no se asimila por el organismo. Hay dos fuentes que funcionan muy bien; una es la alfa colina (o alpha-GPC colina, glicero-fosforil-colina) la citicolina (o colina-CDP); la alfa colina tiene mayores efectos en las funciones mentales y en todo el cuerpo y la citicolina sí se concentra únicamente en en el espectro mental”. ¿Cuáles son los beneficios del alfa colina para tu organismo? La colina es un nutriente presente de manera natural en nuestro sistema nervioso, como precursor de la síntesis de la acetilcolina, un neurotransmisor clave en para el desarrollo de las funciones relacionadas con la memoria, el control muscular y el estado de ánimo, así como para garantizar la salud hepática y metabólica. A continuación, te compartimos los beneficios de incluir este mineral en tus hábitos. Ventajas del alfa colina para tu estabilidad emocional La colina hace parte del grupo B de las vitaminas, dentro de las cuales también se ubica el inositol, una sustancia que seguramente, has encontrado asociada al consumo y el metabolismo de colina, ya que esta sintetiza los fosfolípidos que componen la membrana celular, al igual que el inositol que se absorbe a través del intestino delgado y viaja a todo el cuerpo a través del sistema linfático, atravesando la barrera hematoencefálica. Ello explica cuán beneficiosa resulta esta dupla a la hora de garantizar un buen funcionamiento mental mediante la síntesis de dos neurotransmisores: la acetilcolina y la serotonina, el primero como ya lo vimos más arriba, asociado a la prevención del estrés como activador del sistema parasimpático o de recuperación mental y corporal, y el segundo como neurotransmisor —como la dopamina y la noradrenalina—relacionado con el estado de ánimo y el control de las emociones como el miedo, la ansiedad y la agresividad, debido a sus efectos sobre el control del apetito (produce sensación de saciedad), la actividad motora, la temperatura y el placer; no en vano es la ‘hormona de la felicidad’, por sus efectos. "Me gusta consumir y recomendar la alfa colina porque si voy a trabajar sobre el parasimpático, hay que tener en cuenta que este hace parte del sistema nervioso periférico; siendo imprescindible para recuperar todo el cuerpo”, explica nuestro director científico, el doctor Carlos Jaramillo. Al igual que su dupla antidepresiva (la colina), el inositol requiere una dosis mínima diaria de 500 mg ingerida a través de la dieta y la suplementación. 🧠 El alfa colina fortalece el estado mental Algunas afectaciones mentales que llegan por el deterioro de las funciones cognitivas sugieren la necesidad de incrementar el consumo de fuentes exógenas de colina por la población mayor; la ciencia lo ha demostrado mediante diferentes estudios que la alfa-colina puede retrasar la progresión del deterioro cognitivo y por ende, mejorar los síntomas asociados a enfermedades como el Alzheimer. Un estudio reciente recolectó evidencias de los últimos cuarenta años en las cuales, dentro de las causas primarias de la enfermedad de Alzheimer se encuentra la reducción de la inervación o transporte de la colina hacia la corteza cerebral, lo que desencadenó el deterioro cognitivo como una de sus primeras señales. Ese mismo análisis demostró que los pacientes con deterioro cognitivo que recibieron algún tipo de tratamiento o suplementación de alfa colina reportaron una mejoría leve de su cognición, efecto que fue aún mayor en las personas que no tenían antecedentes genéticos para dicha enfermedad mental. El tratamiento de la demencia ha sido otro campo de acción del consumo de alfa colina, sobre el cual existe evidencia. Un estudio realizado en 2003 por especialistas del Instituto Nacional de la Senectud, de México, demostró que tras la medicación de alfa colina, la función cerebral y la capacidad cognitiva mejoraron en pacientes con demencia que no estaban consumiendo medicamentos contra el Alzheimer. Y que sus beneficios se mantuvieron a lo largo de seis meses. Las yemas de huevo son las mayores fuentes alimenticias de colina, precursor del neurotransmisor acetilcolina, aliado de la protección de las células nerviosas y del excelente rendimiento cerebral. Así mismo, se han evidenciado beneficios en la recuperación de accidentes cerebrovasculares, con el consumo de alfa colina. En 2008, expertos del Departamento de Enfermedades Nerviosas de la Academia Médica Kirov de San Petesburgo, Rusia, realizaron un estudio en animales de laboratorio a los que les practicaron lesiones circulatorias cerebrales transitorias (isquemia) en el hemisferio derecho del cerebro que fueron sometidas a observación, encontrando que el uso de alfa colina aumentó la tolerancia de las neuronas al daño isquémico y ralentizó la muerte celular en la corteza cerebral, el tronco encefálico y el cerebelo. Inclusive, se han planteado posibilidades de que la alfa colina mejore la función cognitiva de las personas con epilepsia, debido a su función protectora de la barrera hematoencefálica (la que recubre al cerebro) y a la reducción en la muerte neuronal. Ello, basándose en la evidencia de que el consumo de alfa colina por personas mayores de 50 años promueve la producción de acetilcolina, un neurotransmisor encargado de regular procesos tanto a nivel simpático, como parasimpático, como el paso del sueño a la vigilia, optimizar la memoria, la asociación y la atención. Por ello, una savvya decisión sería incluir algún tipo de suplemento, como Renew®, que contengan alfa GPC en su fórmula, al ser la sustancia con mayor concentración de colina (46%) respecto a las otras formas de este nutriente. Del mismo modo, la es la que más eficacia clínica tiene comprada con respecto a los otros suplementos con efectos a nivel cerebral, por ser la que tiene la mayor capacidad de atravesar la barrera hematoencefálica, permitiendo que la colina esté, efectivamente, disponible de manera directa en el cerebro. La mayoría de beneficios atribuidos a la alfa colina se deben a su estímulo en la producción de la acetilcolina que entre otros beneficios, más allá de los asociados a la función cognitiva, como son la regulación de la frecuencia cardiaca y la presión arterial. 🏃♂️ Alfa colina como aliado en tus entrenamientos El aumento del rendimiento muscular y la mejora del desempeño atlético son otros beneficios experimentados tras el consumo consciente de alfa colina. Sin embargo, en las personas que realizan actividad física es importante complementar la ingesta mediante suplementos como nuestro Renew®, puesto que las fuentes alimenticias pueden quedar cortas tras largas y explosivas sesiones de entrenamiento. Así lo demostró un análisis que midió la disminución de colina inducida por el ejercicio, tanto de larga duración a intensidad baja, como de corta duración a intensidad elevada. La medición se llevó a cabo en dos grupos de atletas; uno de ellos ingirió un suplemento de citrato de colina de 2,8 g una hora antes de una carrera de 20 millas. Tras las primeras 10 millas, sus concentraciones de colina se mantuvieron, mientras que disminuyeron en el otro grupo de atletas que no se suplementó. 🤝 Alfa colina como protector hepático Una de las principales enzimas en la fisiopatología del hígado graso o esteatosis —el primer estadio de la Enfermedad Hepática Inducida por el Alcohol (EHIA), la principal causa de muerte de las personas que consumen altas dosis de alcohol— es el alcohol deshidrogenasa, aliada de la colina en su función sintetizadora de lípidos y de los radicales libres producidos por el estrés oxidativo propio del consumo excesivo de alcohol. Así lo demostraron especialistas indianos, en este estudio publicado en 2012 en Indian Journal of Pharmacology, uno de los primeros llamados a la comunidad científica para poner los ojos sobre el consumo de la alfa GPC (colina), en aras de prevenir y/o tratar los casos de EHIA. No obstante, el Instituto de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Hepáticas de los Estados Unidos (NIDDK, por sus siglas en inglés) ha corroborado que no existe aún un tratamiento para revertir la enfermedad hepática, pero sí, para prevenir su aparición mediante la ingesta de colina. Y para ello, se apoyó en varios estudios desarrollados hace un par de años, como este de 2014 que concluyó que, efectivamente, una dosis de aproximadamente 500 mg diarios de colina se asoció a menores riesgos de acumulación de grasa hepática en mujeres con un índice de masa corporal normal; sin embargo, no se encontraron los mismos efectos en mujeres con IMC superior ni con obesidad. Previamente, una medición sobre 664 personas, realizada por expertos de Nonalcoholic Steatohepatitis Clinical Research Network (NASH CRN) señaló que una ingesta deficiente de colina (por debajo de la mitad de la cantidad particularmente requerida) por las mujeres en edad posmenopáusica se vio asociada a un peor escenario de la fibrosis que caracteriza a la enfermedad hepática no alcohólica. El más reciente fue un estudio realizado en 2022 en China y que determinó que una ingesta adecuada de colina y betaína mediante la dieta y la suplementación, están directamente relacionados con la reducción de las probabilidades de acumulación de grasa visceral, como principal causa de las variantes no alcohólicas de esteatosis y enfermedad hepática, es decir, de las enfermedades hepáticas ligadas a la acumulación de grasa en el hígado por cuestiones genéticas, por enfermedades como síndrome metabólico o diabetes y por sus decisiones alimenticias, poco savvyas y conscientes. La enfermedad Hepática Inducida por el Alcohol (EHIA) explica casi un cuatro por ciento de la mortalidad global. ⏰ ¿A qué hora tomar Alfa Colina? Muchas personas optan por tomarla por la mañana como parte de su rutina diaria, ya que puede brindar un impulso de energía mental y mejorar la concentración durante el día. Otros eligen tomarla antes de actividades que requieran un alto nivel de concentración para potenciar la función cognitiva. Sin embargo, algunos también la toman antes de dormir para aprovechar sus beneficios para la memoria y la función cerebral durante el sueño, ya que la alfa colina está involucrada en la consolidación de la memoria y el mantenimiento de la salud cerebral durante el descanso. En resumen, el momento ideal para tomar alfa colina depende de las preferencias individuales y los objetivos específicos de salud y rendimiento cognitivo. Siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud antes de complementar tu alimentación.
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Deficiencias nutricionales en dietas veganas, vegetarianas o plant based
Categoría del artículo: Alimentación y nutrición 15 mins de lectura Así como son numerosos los beneficios que tienen, a niveles físico, mental, espiritual y ambiental, los planes alimenticios veganos y basados en plantas, son también muchas las carencias nutricionales en las que puedes incurrir. En este artículo, te contamos cuáles son los macronutrientes que, por falta de conocimiento adecuado, puedes estar pasando por alto y generando un déficit nutricional silencioso. ¿Qué debes saber sobre las deficiencias nutricionales? Que tengan poderosos beneficios en tu cuerpo, mente y en el medioambiente, no implica que las dietas veganas, vegetarianas o basadas en plantas sean las más saludables, si no las apropias a consciencia; es decir, si no realizas de manera eficiente y casi que matemáticamente las sinergias alimenticias (combinaciones de diferentes alimentos para completar y potenciar sus nutrientes). Silvana Lena, periodista, atleta y cocinera vegetal aficionada, escribe al respecto en su libro “Soberana” sobre este panorama: “Si estás en transición y con curiosidad de implementar este tipo de alimentación, asegúrate de aprender y de recibir acompañamiento responsable, incluyendo análisis de sangre que permitan identificar iones y minerales en la sangre como la ferritina. Además de chequear tu función muscular, renal y hepática y hemograma, con especial énfasis en niveles de vitamina B12 y vitamina D. Procura hacerte exámenes de sangre dos veces al año. Esto porque los exámenes nos permiten determinar con precisión si tenemos deficiencias y cómo estamos respondiendo”. Debido al auge de estos esquemas dietarios, en 2010 se dispararon debido a su promoción en redes sociales. Hoy, estos integran todo un movimiento apoyado por las plataformas virtuales de tendencias de ideología vegana que combaten el cambio climático, defienden los derechos de los animales y están en favor del antiespecismo, como lo han demostrado expertos norteamericanos y canadienses (puedes leer su análisis aquí), y británicos, respectivamente. Ello motivó a muchas personas a iniciarse en la vida vegana, vegetariana o plant based, desconociendo por completo las implicaciones que eso conlleva, en especial en su salud, pues ignoran los posibles riesgos y beneficios que una dieta vegana puede proporcionarles. Existen diversos estudios que evidencian los beneficios para la salud de esta dieta (…) así como también aquellos que avalan sus riesgos”, como sostiene la investigación más reciente de la Universidad Autónoma del Estado de México que destacó la menor propensión de los vegetarianos y veganos a presentar enfermedades cardiovasculares, obesidad o diabetes mellitus tipo 2. ¿Cómo gestionar las macro deficiencias? Si bien las elecciones vegetales en la mesa, ya hacen parte de un verdadero estilo de vida — reconocido como tal por la ciencia, la medicina y el mercado—, “donde se omite todo consumo de procedencia animal o que involucre su uso en la ropa, el calzado, los cosméticos o los artículos de higiene personal (Iguacel et al., 2019)”, aún prevalece el desconocimiento sobre las deficiencias nutricionales en las que pueden incurrir quienes deciden adoptar una alimentación vegana, vegetariana o basada en plantas, sin la con-ciencia ni la asesoría necesarias para realizar las sinergias y elegir los suplementos imprescindibles para completar los mínimos nutricionales requeridos. Y como en Savvy® buscamos enseñarte sobre lo que hace bien a tu salud y acompañarte en el proceso de construcción de tu bienestar y el de las personas que amas, hoy te contamos cuáles son las carencias nutricionales, a nivel de MACRONUTRIENTES más habituales en un esquema nutricional veggie: Grasas Si bien no existen diferencias en los índices de triglicéridos entre una dieta vegana y otra omnívora, las primeras suelen ser bajas en Ácidos Grasos Saturados (AGS) y en ciertos Ácidos Grasos Poliinsaturados (AGP) esenciales como el ácido linoleico (ALA), perteneciente a la familia omega-3, vinculados a un óptimo desempeño neurológico, cardiovascular y cognitivo, como lo confirmaron investigadores británicos en este estudio de 2014. Proteínas A pesar de las similitudes entre algunas proteínas vegetales, como las de la soya, y las de origen animal, en especial, las del huevo (las de mayor valor biológico), existen algunas sustancias en los vegetales llamadas fitatos y taninos, que evitan la asimilación proteica y de aminoácidos, como la lisina y la metionina. De ahí la importancia de una planificación correcta y variada de las fuentes de aminoácidos vegetales en las diferentes comidas. “La ingesta combinada de proteínas a lo largo del día, y no necesariamente en la misma comida, es suficiente para obtener todos los aminoácidos esenciales”, explica la investigación Position of the Academy of Nutrition and Dietetics: Vegetarian Diets, publicada en 2015 por el Departamento de Ciencia de la Nutrición de Carolina del Norte, Estados Unidos, en Journal of the Academy of Nutrition and Diabetes. “La ingesta combinada de proteínas a lo largo del día, y no necesariamente en la misma comida, es suficiente para obtener todos los aminoácidos esenciales”, explica la investigación Position of the Academy of Nutrition and Dietetics: Vegetarian Diets, publicada en 2015 por el Departamento de Ciencia de la Nutrición de Carolina del Norte, Estados Unidos, en Journal of the Academy of Nutrition and Diabetes. Carbohidratos Si bien el mayor aporte energético en las dietas vegetarianas proviene de los carbohidratos ricos en fibra dietética (presente, exclusivamente, en los alimentos de origen vegetal como los cereales de grano entero y los vegetales), que funcionan como coadyuvantes en la prevención de enfermedades crónicas (de origen cardiovascular, la obesidad y la diabetes) y del tracto digestivo, además de fortalecer el sistema de defensas de tu organismo al ser, la fibra dietética vegetal, el mayor estimulante de los microorganismos beneficiosos de la microbiota intestinal. “No obstante, es necesario considerar que un consumo excesivo de fibra puede disminuir la biodisponibilidad de otros nutrientes como el calcio, el hierro, el cobre y el zinc. El riesgo de deficiencia de estos minerales es elevado en personas vegetarianas con dietas inadecuadamente diseñadas, lo que, combinado con una elevada ingesta de fibra, puede conllevar un déficit nutricional”, aseguran los autores del artículo La fibra dietética, publicado en la revista especializada española Nutrición Hospitalaria resaltando la necesidad del consumo de suplementos en polvo que aporten, de manera natural y en un único alimento verde, las dosis de los minerales que pueden llegar a perder parte de su potencial por su interacción con la fibra, como la revolucionaria levadura S. Cerevisiae. Esta no solo aporta altas y sustentables dosis de proteína, sino que también garantiza el aporte más equilibrado de aminoácidos, vitaminas y minerales como hierro, zinc, metilfolato, vitamina D3, vitamina B12 y vitamina B9. La Levadura S. ¿Qué cantidad de nutrientes contiene una taza de caldo de huesos? Aunque estas dietas ofrecen numerosos beneficios para la salud y el medio ambiente, pueden presentar desafíos nutricionales que es importante abordar. Aquí te presentamos cinco razones clave por las que el uso de complementos nutricionales puede ser esencial para mantener una salud óptima: Aquí te presentamos cinco razones clave por las que el uso de complementos nutricionales puede ser esencial para mantener una salud óptima: 1. Prevenir deficiencias nutricionales: Los suplementos aseguran que el cuerpo reciba nutrientes esenciales como vitamina B12, hierro, calcio y ácidos grasos omega-3, que pueden faltar en dietas veganas o vegetarianas. 2. Mejorar la salud ósea Suplementos de calcio y vitamina D son fundamentales para mantener huesos fuertes y prevenir enfermedades como la osteoporosis. 1. Apoyar el Sistema Inmunológico: Nutrientes como el zinc y la vitamina C, disponibles en suplementos, fortalecen el sistema inmunológico, reduciendo el riesgo de enfermedades. 2. Aumentar la Energía y Vitalidad Vitaminas del complejo B y hierro son cruciales para la producción de energía y la prevención de la fatiga. 5. Optimizar la Función Cerebral: Suplementos de omega-3 y vitamina B12 son esenciales para la salud cognitiva, mejorando la memoria y la concentración.
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¡El secreto para envejecer sin dolores! Caldo de huesos
¡EL SECRETO PARA ENVEJECER SIN DOLORES! CALDO DE HUESOS El caldo de hueso o mejor dicho, el concentrado de caldo de hueso, es un alimento hecho a partir de huesos y otras partes del animal como la cresta y patas en el caso de los pollos. Esta receta ha sido usada por diferentes culturas por muchísimo tiempo. Recientemente ha vuelto a tomar fama debido a sus múltiples beneficios para la salud en diferentes partes del cuerpo, como los huesos, articulaciones, piel, sistema nervioso, inmune y digestivo
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La proteína ¿Qué?, ¿Por qué?, ¿Para qué?, ¿Cuanto y cómo?
LA PROTEÍNA: el ¿Qué?, ¿Por qué?, ¿Para qué?, ¿Cuanto y cómo? Nuestro director científico, el Dr. Carlos Jaramillo habla sobre la importancia de la proteína en la alimentación. El nutriente principal esencial en la construcción de la alimentación de cada persona.
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¿Qué tipo magnesio consumir?
Escrito por: Savvy 20 mins de lectura El comportamiento de este mineral dependerá mucho de la molécula con la que esté asociado. Una de las presentaciones más versátiles, seguras, estudiadas y útiles es la del citrato de magnesio, que ayuda a la salud muscular, ósea y producción de energía. Sin embargo, te sugerimos que consultes con tu especialista qué clase de magnesio deberías elegir. Todo dependerá del resultado que busques. ¿Qué tipo magnesio consumir? El comportamiento de este mineral dependerá mucho de la molécula con la que esté asociado. Una de las presentaciones más versátiles, seguras, estudiadas y útiles es la del citrato de magnesio, que ayuda a la salud muscular, ósea y producción de energía. Sin embargo, te sugerimos que consultes con tu especialista qué clase de magnesio deberías elegir. Todo dependerá del resultado que busques. En general, el cloruro de magnesio tiene muy baja asimilación, el óxido de magnesio es su presentación menos benéfica (por eso es tan barata), y el glicinato de magnesio suele recomendarse cuando el paciente busca una mejor relajación, ayudar a mejorar su respuesta frente al estrés y regular su sueño – función que también puede cumplir el citrato –. En el caso del malato de magnesio, este es especialmente importante para la generación de energía e hidratación, ya que permite mover agua entre los compartimientos de la célula. 🥑 Fuentes naturales de magnesio Un listado con algunos alimentos ricos en este nutriente, según la Office of Dietary Supplements (ODS). 🥣 ¿Cuál es la dosis diaria indicada de magnesio? Un listado con algunos alimentos ricos en este nutriente, según la Office of Dietary Supplements (ODS). ¿Por qué se presenta esta deficiencia global? La baja ingesta de magnesio en el planeta está ligada a los cambios del “mundo moderno”. Antes los ciudadanos de la Tierra podían obtener este mineral al beber el agua pura de los ríos y los arroyos. Hoy, la que llega a nuestros hogares, a través de las tuberías, tiene una alta carga de calcio y cloro que, si bien eliminan las posibles bacterias contenidas en el líquido, también acaba con su magnesio. Otra de las grandes fuentes naturales de este macromineral son los vegetales, especialmente los de hojas verdes; y el cacao. Sin embargo, las espinacas, las lechugas y el brócoli ya no hacen parte del menú saludable de millones de familias, han sido reemplazados por chatarra de paquete, platos congelados, productos azucarados y llenos de químicos. Comida rápida para un mundo frenético que, con agua del grifo, sin verduras, y a fuerza de ultraprocesados, alejó al magnesio de la dieta diaria. Los errados hábitos alimentarios también son responsables de que centenares de millones de personas sufran de gastritis, que intentarán remediar tomando antiácidos de manera regular. Este uso crónico daña las condiciones ideales del estómago –que requiere de su acidez natural para funcionar– e impide la apropiada absorción del magnesio. No importa cuánto de este se consuma, si el estómago no puede cumplir sus tareas de manera apropiada, el cuerpo no asimilará el magnesio. Lo mismo ocurrirá en aquellas personas que tienen una alta ingesta de alcohol o cafeína. Recuerda esto: Para saber cuáles vegetales tienen más contenido de magnesio solo tienes que contemplar su color; a mayor verdor, mayor presencia de este mineral. ¿Cómo saber si necesitas magnesio? Si tienes una deficiencia de magnesio, podrías experimentar: Pérdida súbita y mantenida del apetito Náuseas o vómitos frecuentes Fatiga o debilidad Calambres musculares Entumecimiento o cosquilleo Cambios de personalidad Convulsiones Estreñimiento Sensación de confusión Antojos de consumir sal Bajo estado de ánimo Cambios en el ritmo cardíaco (palpitaciones, taquicardia) Y si llevas una dieta alta en ultraprocesados, baja en vegetales verdes, y además tus hábitos de vida no son muy saludables, seguro que en tu cuerpo está haciendo falta este nutriente. ¿Un examen de sangre servirá para saber si tienes deficiencia de magnesio? La mayor parte de este mineral no se encuentra en el torrente sanguíneo, está alojado en las células del organismo, por lo tanto, el resultado del examen será una medición poco fiable, incompleta. La prueba no será muy útil para establecer si te falta o no magnesio. ¿Puede haber una intoxicación o una sobredosis por magnesio? Se podría presentar en casos excepcionales. Sin embargo, si consumiste más magnesio del que requerías ese día, es probable que presentes una diarrea, esa es la manera en la que (sabiamente) tu cuerpo expulsará el exceso de este mineral. No habrá peligro alguno. Si eres madre o padre, o abuela, o tienes bajo tu cuidado a menores de edad, no les suministres magnesio sin la asesoría de un profesional. Si quiere complementar esta información: Sobre el magnesio y el sistema inmune: https://doi.org/10.1016/j.cell.2021.12.039 El magnesio y la salud ósea: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/ -articles/PMC3775240 El magnesio y el síndrome premenstrual: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles /PMC4161081/ Un bonito artículo sobre la relación del corazón y el magnesio: https://www.psychologytoday.com/intl/blog/the-roots-health/202202/show-love-your-heart-consuming-more El magnesio, la depresión y la ansiedad: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/28654669/
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¿Por qué necesitas magnesio?
Escrito por: Savvy 10 mins de lectura El magnesio es un mineral esencial para el organismo. Él permite que tu corazón lata con ritmo y sin descanso, que tus músculos y tu cerebro tengan un buen desempeño, que tu estructura ósea sea firme y fuerte, que tu insulina y tu presión arterial estén controladas, entre otros (muchos) beneficios. El magnesio, además, ayuda a reducir el estrés, el estreñimiento y el insomnio. Las evidencias indican que este sería partícipe en más de 400 funciones del cuerpo. ¿Qué es el magnesio? Es un macromineral, un metal alcalinotérreo (como el calcio, el berilio o el estroncio), una sal, y uno de los diez elementos con más presencia en el planeta. Lo paradójico es que, a pesar de su abundancia, se estima que más del 50 por ciento de la población occidental tiene una deficiencia de magnesio y no cumple con sus requerimientos diarios de este nutriente. ¿Cuál es su importancia? El magnesio cumple una labor polifuncional. En un artículo del Linus Pauling Institute de la Universidad Estatal de Oregon, se recuerda que sin este mineral no se podrían llevar a cabo, por ejemplo, más de “300 reacciones metabólicas esenciales”. El doctor Taylor C. Wallace, va un paso más allá. Este profesor del Department of Nutrition and Food Studies, de la Universidad de George Mason, en Fairfax, Virginia, afirma que dicho nutriente participa en más de “600 reacciones enzimáticas en el cuerpo”. Por su parte, la doctora Carolyn Dean, autora del libro The Magnesium Miracle (2003), asegura que al menos 56 enfermedades, trastornos o molestias, podrían tener su origen en una deficiencia de magnesio; entre ellos el Alzheimer, la depresión, las migrañas o el insomnio. ¿Cuáles son los beneficios del magnesio? Cada día en nuestro cuerpo se llevan a cabo numerosos procesos vitales (muchos de ellos silenciosos, invisibles) que no podrían llegar a feliz término sin la participación de este micronutriente. Si el organismo fuera un equipo de fútbol, el magnesio sería como aquel mediocampista que defiende, ataca, corre, organiza, dispara al arco, e interviene en todas las jugadas. Aquí hablaremos de algunas de esas ‘jugadas’ corporales en las que su presencia es fundamental. 1. Energía primaria A nivel celular, este mineral es un cofactor decisivo para la producción de adenosín trifosfato (ATP), la molécula primaria para la generación de energía en el organismo; pero también, dentro de las células, participará en la creación de proteínas –que son la fuente de la vida– y en el mantenimiento de las membranas celulares. 2. Huesos saludables Entre el 60 y el 65 por ciento del magnesio que tenemos en el cuerpo se halla en la estructura ósea. Este ayuda a controlar los niveles de vitamina D y calcio de cada hueso del cuerpo, contribuye con su fortalecimiento y disminuye el riesgo de osteoporosis. 3. Regula la presión Mientras el calcio se encarga de la contracción cardíaca, el magnesio se ocupa de la relajación. Este último es fundamental para que nuestro corazón no pare de latir y mantenga su ritmo constante. Algunos estudios indican que tomar suplementos que lo contengan ayuda al control de la presión arterial; de esta manera se evita alguna desagradable cardiopatía. Buenos niveles de magnesio alejan las posibilidades de un ataque al corazón. 4. Ayudaría a evitar la diabetes Una dieta balanceada que incluya buenas fuentes de magnesio disminuye el riesgo de presentar diabetes tipo 2 (llamada usualmente la “diabetes del adulto”). Varias investigaciones sugieren que este mineral desempeña un papel importante en la regulación de los niveles de glucosa e insulina. 5. Un buen amigo de los deportistas El magnesio contribuiría a mejorar el desempeño de todas las personas que se ejercitan pero, sería especialmente útil para los deportistas de alto rendimiento o quienes siguen rutinas de intervalos de alta intensidad. Este nutriente permite que el azúcar en sangre (la glucosa) llegue hasta el músculo y este disponible para las labores físicas. Hay un estudio interesante, realizado en 2014, que muestra cómo un equipo de voleibolistas que tomó 250 miligramos de magnesio diario, mejoró en sus saltos, sus golpes y sus bloqueos con los brazos. Este mineral también contribuirá con la hidratación de quienes practican deportes de fondo o resistencia, como el atletismo o el ciclismo. 6. Estrés, depresión, ansiedad, insomnio En las labores de relajación, restauración y reparación, el magnesio es determinante. Es un regulador del sistema nervioso autónomo (compuesto por los sistemas nerviosos simpático y parasimpático) que se encarga, a grandes rasgos, de nuestro mecanismo de adaptación al estrés. Diferentes estudios relacionan la deficiencia de magnesio con mayores riesgos de sufrir depresión y ansiedad. En varios de ellos se evidenció que los pacientes que presentaban estos trastornos mentales mejoraban al consumir una suplementación diaria de dicho nutriente. Lo mismo sucedía con aquellos que padecían de insomnio; el magnesio los ayudaba a dormir y contribuía con la calidad de su sueño. Otros beneficios del magnesio Su ingesta regular reduciría las migrañas en quienes las padecen. Contribuye a evitar la inflamación crónica. Es un gran compañero del sistema gastrointestinal y alivia el estreñimiento. Mejora los síntomas del síndrome premenstrual (PMS). La salud del sistema inmune también depende de este nutriente. Podría mejorar los ataques de asma. Si quiere complementar esta información: Sobre el magnesio y el sistema inmune: https://doi.org/10.1016/j.cell.2021.12.039 El magnesio y la salud ósea: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/ -articles/PMC3775240 El magnesio y el síndrome premenstrual: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles /PMC4161081/ Un bonito artículo sobre la relación del corazón y el magnesio: https://www.psychologytoday.com/intl/blog/the-roots-health/202202/show-love-your-heart-consuming-more El magnesio, la depresión y la ansiedad: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/28654669/
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Conecta con tu cuerpo, conecta con tu ciclo menstrual
Escrito por: Luisa GonzálezEspecialista en medicina funcional, máster en salud hormonal femenina 20 mins de lectura En este blog, exploraremos los misterios de tu ciclo cada fase desde el comienzo hasta el final. Descubriremos qué es exactamente el ciclo menstrual, sus distintas etapas, los síntomas que puedes experimentar en cada una y cómo la alimentación y la actividad física pueden marcar la diferencia para ayudarte a sentirte en tu mejor momento en cada fase. Prepárate para empoderarte y conocer más sobre tu cuerpo mientras navegamos juntas por esta fascinante montaña rusa hormonal. ¿Sabías que existe más de un ciclo femenino? Así es, existe más de un ciclo cuando nos referimos en conjunto al ciclo menstrual. Partes específicas de nuestro cerebro se encargan de dirigir la hermosa sinfonía que componen nuestras hormonas durante todo un ciclo menstrual; como un gran director de orquesta debe asegurarse de que cada parte del aparato reproductor femenino cumpla su función para lo que en teoría es el objetivo de cada mes: un embarazo. El ciclo ovárico Así pues, por una parte los ovarios que actúan como aquel nido en el que se albergan los óvulos deben asegurarse de darle a estos “huevitos” los estímulos necesarios para que maduren, uno de estos óvulos va a crecer mucho más que los demás (folículo dominante) y es quien finalmente va a ser liberado (ovulación) para una posible fecundación; a este se le conoce como el ciclo ovárico. El ciclo uterino Por otro lado el útero también tiene que sufrir una serie de cambios para el mismo objetivo; dentro de estos cambios la capa interna del útero (endometrio) debe prepararse para una posible implantación, es decir que en caso de que haya fecundación, ese embrión necesita rápidamente un lugar seguro al cual aferrarse para empezar a recibir todos los nutrientes que necesita para convertirse en un futuro bebé; en caso de no haber fecundación, ese endometrio se recambia, y es cuando ocurre el sangrado menstrual, para así ponerse una nueva capa para prepararse para el siguiente ciclo; a este último se le conoce como ciclo uterino. Pero como ya te lo mencioné anteriormente... Se necesita de una armonía entre las hormonas implicadas para que estos dos ciclos se desarrollen de forma correcta y coordinada entre sí. Existen 2 fases importantes del ciclo menstrual: Fase folicular desde el día de la menstruación que es el día 1, hasta la mitad, por ejemplo, en un ciclo de 30 días, sería del día 1 al 15. Fase lútea es la segunda mitad del ciclo hasta el día de la menstruación, por ejemplo, en un ciclo de 30 días, sería del día 15 al 30. ¿Cuáles hormonas participan en estos ciclos? Existen muchos actores en el desarrollo de estos ciclos, sin embargo, vale la pena destacar a sus protagonistas: 💜 FSH 💙 Estrógenos 💛 LH 💚 Progesterona ¿Por qué siento tantos antojos de comida o me siento cansada? El autoconocimiento es empoderamiento, es importante que como mujer conozcas estas etapas de tu ciclo porque te permitirá entender algunos de los síntomas propios de los cambios hormonales dados en estas fases y sacarles el mejor provecho a tus hormonas. SÍNTOMAS ESPERABLES Fase folicular Más energía, mejor ánimo, piel glowy, te sientes más fuerte, duermes muy bien. Fase lútea Cansancio, menos energía, ánimo bajo, puede aparecer uno que otro granito, no te sientes tan fuerte, te cuesta trabajo conciliar el sueño, más antojos de ciertos alimentos especialmente dulce. ALIMENTACIÓN Fase folicular Es la etapa para ser un poquito más flexibles con los carbohidratos. Si quieres darte un gusto esta es la fase ideal, ya que tu cuerpo es mucho más eficiente para metabolizar carbohidratos dado que la sensibilidad a la insulina está a tope. Fase lútea Es el momento para ser más estricta, los antojos invaden, pero es cuando más debes cuidar el equilibrio en tus nutrientes, darle prioridad a tus proteínas, grasas saludables y vegetales; porque tu cuerpo en esta fase no es muy eficiente desde el punto de vista metabólico porque la sensibilidad a la insulina disminuye. EJERCICIO Fase folicular Es momento de hacer push, es decir que si no has incorporado aún el hábito de actividad física, es el momento perfecto para iniciar, o si ya haces actividad física es el momento de exigirte un poco más. Recuerda que esto es individual, depende de la percepción de esfuerzo de cada una; pero independiente del nivel en el que estés, es momento de esforzarte un poquito más y ver los super poderes que te dan tus hormonas cuando las usas como aliadas. Fase lútea Es momento de mantener o bajar el ritmo, esto depende de cómo te sientas, el movimiento siempre es una buena opción, solo debes evaluar la intensidad con la que mejor te sientas, no es momento de hacer grandes exigencias, solo fluye; para esta fase vienen muy bien ejercicios como pilates, natación, yoga. No quiere decir que si haces pesas no puedas seguir haciéndolo, solo que no es el momento de exigirte demasiado. ¿Qué pasa cuando hay un desequilibrio hormonal? Existen diferentes factores como el estrés, la cronodisrupción, alimentación no balanceada, sedentarismo o sobre entrenamiento, entre otros que pueden llevar a que esta sinfonía hormonal de la que te he hablado, suene más como una orquesta sin ritmo y sin coordinación alguna; es decir, que el ciclo ovárico vaya por su lado y el ciclo uterino a destiempo. ¿Y cuáles son las consecuencias de esto? Déjame explicártelo en diferentes escenarios: Los ovarios a destiempo: En estos casos en donde el problema está en el ciclo ovárico, puedes tener un periodo menstrual aparentemente “normal” ya que vas a tener ciclos regulares y un sangrado menstrual usual porque el ciclo uterino está normal, pero puedes no estar ovulando. Este es el caso de muchas mujeres que están en búsqueda de un embarazo, tienen sus ciclos menstruales “normales” pero no logran quedar en embarazo, y es por tener este tipo de ciclos que se conocen como anovulatorios. El útero está a destiempo: Los ovarios funcionan bien, por tanto, vas a tener una ovulación normal, pero el endometrio no, por lo que no hay menstruación. Ninguno de los dos coordina: La falta de coordinación entre el ciclo ovárico y uterino puede manifestarse con irregularidad menstrual, sangrados a mitad del ciclo, o incluso infertilidad. Ahora que conoces un poco más sobre tu ciclo menstrual, sabes la importancia de mantener a tus hormonas en armonía, para usarlas a tu favor y no seguir calificándolas como las villanas de tu historia.
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